lunes, 29 de abril de 2013

Hector Poleo - El Maestro de la Figuración Poética,




Maestro Hector Poleo


























Hector Poleo - El Maestro de la Figuración Poética



 JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO  
                                          
    
HECTOR POLEO
 El Maestro de La Figuración Poética

LA FIGURACIÓN POETICA.
“La Expresión “Figuración poética” era dilecta del propio artista y cubre esa denominación toda la obra de Poleo desde 1960 hasta el final, pues la invención de una realidad autónoma , sin trazas de realismo referencial, se hace ya definitiva, por cuanto pueda variar en distintos aspectos sin embargo, es tan notable el cambio  que sucedió hacia 1970,  el cual además adquiere nuevos acentos, que es más conveniente sustituir el nombre por el “desdoblamiento del símbolo,” para comprender ese último gran período iniciado en la década de los 70, como anota su esposa Adela, en una afirmación digna de recordar: “1970 se vislumbra un nuevo rumbo en su creación artística,  que considero una síntesis de su continua búsqueda mantenida  hasta sus cuadros de los años ochenta. Es la conjunción de surrealismo, informalismo, onimismo, y arquitectura plástica”. El maestro Poleo alcanza modos de expresión francamente alegóricos, en este camino surcado por la pureza en la presentación de ideas, la doblés del símbolo y la fina sintaxis de la imagen”.        
                                                                                        
 Carlos Silva
 Crítico de Arte. Premio Alfredo Boulton (1999)
                                                                                                                                                                                                

EL MAESTRO DE LA FIGURACIÓN POETICA.                                                                  
Héctor Poleo nació el 20 de Junio de 1918 en Caracas y muere el 26 de Mayo de 1989 en la misma ciudad. Medalla de Plata en la exposición Internacional de Paris (1937); Premio Arturo Michelena, II Salón Anónimo, Ateneo de Valencia (1944); Premio Nacional de Pintura, Salón Oficial de Arte Venezolano (1947); Premio Federico Brandt (1950); Primer Premio Salón Planchar (1952); Premio Arturo Michelena, Salón Oficial (1954); Premio Segunda Bienal  Hispanoamericana de Arte,  La Habana, Cuba (1954); Premio Antonio Herrera Toro, Salón Oficial (1958); Premio Nacional de Artes Plásticas, Caracas
(1986). Poleo fue uno de los Artistas Plásticos venezolanos de más fama en Europa y  Estados Unidos.
En 1926 tiene un accidente que le produce la pérdida de la visión del ojo izquierdo.
Estudio en la Academia de Artes plásticas y Aplicadas de Caracas (1930-1937), donde recibe un gran apoyo de sus maestros Rafael Monasterios y Marcos Castillo, ganado por el acento lírico que  expresaba a través del  colorido sutil y refinado,  que recordaba  a Bonnard y a Federico Brandt.  En 1937, realizó su primera exposición individual, en el Ateneo de Caracas

EL CREADOR DE SUEÑOS.
El Maestro Poleo, viajó a México becado para estudiar en la Academia de San Carlos (1938); estudió pintura mural, etapa decisiva en su carrera; conoció el trabajo de Diego Rivera y de  Orozco y la poderosa elocuencia de sus imágenes primitivas, así como el esculturismo de las escuelas renacentistas, y extrajo de estas lecciones un sincretismo tan despojado de emociones, como a la vez emocionante, con el cual ensayaría hacer una pintura comprometida con el destino de los campesinos oprimidos.
El Creador de Sueños, como se le llamó a Héctor Poleo  utiliza una técnica de puntuaciones muy precisas y finas en la aplicación de un colorido de apariencia mate como el fresco; construyó un universo cerrado, comedido y  silencioso, donde la exposición del tema estaba apenas insinuada por la gravedad un tanto neutral de sus  alargadas figuras;  la vista del espectador se mantiene fija en un primer gran plano escultórico.
En 1944 viajó a Estados Unidos, donde fija su residencia en Nueva York hasta 1948. Luego va a Europa, recorre Suiza, Holanda, Bélgica, Italia, Inglaterra y Francia donde se residencia en Paris. Allí  se casa con la Artista  Adela Rico (1948- 1949).
En 1952 regresa a Venezuela y comienza el mural para el rectorado de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, que será concluido un año después.
En el período 1953-1954,  participa en la Bienal de Sao Paulo, Brasil y en la Bienal de Venecia, Italia.
En 1957 nace su única hija María Alexandra, quien más adelante se dedicó a la música y luego a la pintura. Retorna a Paris con su esposa e hija para residenciarse allí por varios años.
En el año 1959  realizó la Exposición 20 Años de Salón a través de los Premios, en Museo de Bellas Artes de Caraca. Participo en la XXX Bienal de Venecia (1960); Realiza una gran retrospectiva en el Museo de Bellas Artes de Caracas (1974), y esta exposición es llevada al Center For Inter-American, Nueva York  y al Museo de Arte Moderno de México. En 1985 prepara otra retrospectiva, en el Museo de Arte Moderno de América Latina, Washington, D.C. y en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, a cargo del Historiador Alfredo Boulton (1986). Realiza el Vitral “El Nacimiento del Hombre” en la estación La paz del Metro de Caracas (1987).
El crítico Gastón Diehl escribe la segunda monografía sobre Héctor Poleo (1989).

EL DESDOBLAMIENTO DEL SIMBOLO. 
En 1969 Miguel Ángel Asturias escribió el texto de la presentación de la exposición de Héctor Poleo, celebrada en la Galería Villand Galaniesen en Paris, cuando el artista se asomaba ya a una morfología diferente. Cito Textual: “No es palpable la pintura de Poleo, es un humo impalpable que se mantiene en lo visible y sólo en lo visible en la proyección irreal o anti-irreal. Desvelo de astros que se conocen a si mismos. Estructuras intimas… Todo es recreación, hasta la luz se inventa a si misma, para iluminar abstracciones figurativas”.
La obra del Maestro Poleo puede perseguir las múltiples dimensiones donde se da el principio antropológico, pero nunca las elude. No hubo un sólo instante de fuga  o escapismo en su vida. Poleo nos aleja del mundo duro y codificado, y del rumor enloquecido de una humanidad en pugna feroz,  por ser cada vez menos auténtica, a fin de trasladarnos a aquellas regiones del macrocosmos y del microcosmos interior donde es posible,  sólo posible, vincular profundamente la existencia individual con la prístina revelación del ser. Ahora nos damos cuenta que el Maestro Poleo siempre tuvo, en su niñez, el don hermético  de establecer ese privilegiado nexo: “El Desdoblamiento del Símbolo”.

APROXIMACIÓN A SU OBRA.
Por el prolongado, profundo y complejo desenvolvimiento de la imagen artística de Héctor Poleo por más de medio siglo, es natural que los estudiosos de sus obras hayan recurrido al discernimiento de etapas en el proceso creativo, según la fisionomía y la intencionalidad de los distintos momentos de su producción plástica.
Entre 1940 y 1943 realizó buena parte de lo más significativo de su obra, durante una gira por varios países andinos, época de rebeldía a la que pone término con su estupenda serie de Los Comisarios (1943). Después  atravesó su experiencia surrealista, con una influencia demasiado obvia de Salvador Dalí: Contenidos apocalípticos de imágenes, de ojos inmensos, erosiones y abismos, arborescencias humanas, cráteres y desiertos de gran magnitud. Poleo decía: “Que esa experiencia pesimista era resultado del estado de ánimo que le embargaba durante la segunda guerra mundial”. La evolución inmediata del Maestro queda ligada a tendencias arcaizantes que puso de moda el movimiento de vanguardia (1948). En un primer momento, su pintura parece evocar retratos romanos, o figuras del antiguo arte romántico, a través del  puente representado por la obra del maestro italiano Campigli. Rostros femeninos de apariencia académica, en los que se diluyen los últimos trazos surrealistas  para dar paso finalmente a una figuración geométrica,  donde ya no importa más el volumen ni el modelado sino el plano.
El Maestro Poleo pasa ahora a una pintura donde la perspectiva es completamente simbólica y la anécdota un simple pretexto apenas sugerido. Las formas se convierten en grandes planos de color puro rodeadas por un dibujo lineal muy preciso. El paisaje y la composición de primeros planos esta geometrizada. Toda su pintura hasta ahora había sido esencialmente dibujística y la composición estaba en ella determinada racionalmente por un plano previo.
A Partir de 1960 el Maestro Poleo se libera de toda sujeción planimétrica para buscar apoyo en el color y la tinta, con apariencia de clima infuso, zonas atemporales y borrosas, de  sueños, atmosferas poéticas que tienden a cerrarse sobre si mismas como una memoria perdida. El Maestro cambió de técnica para dar paso al acrílico y a la caseína, de esta etapa el historiador y critico de arte Alfredo Boulton decía: “El uso de la técnica y la caseína han permitido a Poleo construir una nueva materia lírica, sobre la que el pintor va trabajando lenta y periódicamente. A tal grado afecta al artista la nueva sustancia que a veces llega a alterar hasta su sistema de trabajo, deja reposar su obra durante largos meses y esa circunstancia hace que se enriquezca y aparece la imagen, por cuanto algunas armonías sólo las utiliza en determinados periodos del año. De acuerdo con las estaciones las temperaturas y la luz, ese mundo de “Figuración Poética” como a Poleo le agrada calificar su obra,  alcanza momentos de increíble belleza con los que entra en juego una cierta identificación de estructura en la concepción de la imagen, que se va formando al lento ritmo de las estaciones y de la atmosfera”.
El Maestro Poleo es un artista que evoluciona de una época a otra, de acuerdo a la contemporaneidad de los conceptos artísticos, y que al renovarse técnicamente, no sacrifica a su nuevo cambio estilístico los valores esenciales que habían prevalecido hasta ahora en su arte.           

Jesús Morales Ruiz                                                                                      
Artista plástico

Juan Vicente Fabbiani - El Maestro de la Simplicidad del Color



Maestro Fabbiani























Juan Vicente Fabbiani - El Maestro de la Simplicidad del Color


JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO               
moralesruizjeusrafael@gmail.com     Tlf: 0416-7992002 / 0424-8423910


JUAN VICENTE FABBIANI
El Maestro de la Simplicidad del Color



 ESPÍRITU Y PERSONALIDAD.
“La pintura de Fabbiani es fundamentalmente diáfana y honrada. Allí no se fingen torturas psíquicas, ni se exprime el espíritu como un limón para atrapar un rasgo abstracto. Los colores son matices viriles, tomados de los árboles y del arco iris, del mar y de la sangre. Los frutos y los cielos, los hombres y las cosas, son exacto y elevado reflejo de nuestros paisajes y de nuestro pueblo. No obstante, Fabbiani posee una definida e  inconfundible personalidad. Fácil es diferenciar la mano suya, el estilo entre mil lienzos de autores diferentes, porque la lealtad venezolana de Fabbiani y su espontáneo género plástico, han sido merecedores de una larga labor de estudio y de consagración”. 

Miguel Otero Silva
Diario El Nacional (1945)
       
      EL MAESTRO DE LA SIMPLICIDAD DEL COLOR.
Juan Vicente Fabbiani nació el 15 de Junio de 1910 en Panaquire  Estado Miranda y muere el 10 de Octubre de 1989 en Caracas. Artista plástico, docente,  virtuoso del color, aceptó la tradición de la Escuela de Caracas (1920), pero no sin otorgarle a su propio estilo un elemento de contemporaneidad, con una actitud pictórica distinta, abierta a colores de gran pureza y a pinceladas casi indistinguibles para el espectador, en beneficio de una deseada continuidad y homogeneidad de la imagen, signados por la deliberada escasez de elementos formales y a la simplicidad del color.
A lo largo de su carrera artista el maestro Fabbiani recibió a lo largo de su carrera artística números premios y reconocimientos entre los que se destacan: Premio John Boulton, V Salón Oficial (1944); Premio Nacional de Pintura VI Salón Oficial (1945); Premio Arturo Michelena, Salón Arturo Michelena (1947); Primer Premio Salón Planchart (1948); Premio Nacional de Artes Plásticas, Salón Oficial (1949).

SUS ORIGENES.
Sus padres Don Juan Pablo Fabbiani y Doña María de la Concepción Ruiz,  de esa unión nacen dos hijos, José quien será escritor y Juan Vicente, quien será pintor.  Después de la muerte del padre, la familia Fabbiani se traslada a la ciudad de Caracas.
Fabbiani  ingreso en la Academia de Bellas Artes de Caracas (1924 – 1929), donde los maestros Marcos Castillo, Carlos Otero, Antonio Esteban Frías, se encargaron de orientarle hacia el logro de un medio de expresión atento en lo universal, aunque afianzado
en los elementos estéticos que impresionan sus sentidos. El maestro Fabbiani comprendía que la pintura no puede ser una realidad supeditada a otra realidad, el tema es apenas un motivo un punto de partida para expresarse de adentro hacia afuera.
Durante su juventud realizó historietas reproducidas como ilustración de la revista Élite y en Publicidad «ARS».
El crítico de arte Enrique Planchart, escribió en el libro -La Historia de La Pintura en Venezuela-: “Fabbiani, Francisco Narváez, Elisa Elvira Zuluaga y Héctor Poleo, se inclinan a una modelada estilización del dibujo y del colorido, solicitando armonías voluntarias, y además en el desarrollo de nuestra pintura, representan como el puente o punto de enlace con los cultivadores del arte abstracto”.
Recibió influencias de  grandes pintores europeos: Gauguin, Modigliani, Matisse; desechando lo literario o lo anecdótico en sus telas, prefiriendo los colores primarios, buscando un estilo en el que por sobre todo lo artificial, prevalezca una imagen autentica y austera, que es como el maestro Fabbiani entiende a la pintura.

CAMBIOS Y TRANSFORMACIONES.  
En 1945 el maestro Fabbiani obtiene el  Premio Nacional de Pintura en el VI Salón Oficial. Este nuevo premio conduciría al maestro Fabbiani a una drástica determinación: Renunciar a todo trabajo que le aparte de su caballete y de sus pomos de colores; para ello se refugia en la quinta Manoa con su joven esposa – también pintora y alumna suya- y los tres pequeños hijos nacidos de su unión conyugal.
El Crítico de Arte Enrique Planchart, publicó en la Revista Shell (1952): “Fabbiani es uno de los artistas que representan el punto de enlace con los cultivadores del arte abstracto, o de forma colindante con él”.
 Expone individualmente en el Museo de Bellas Artes  en los años 1945,1949 y 1962, y en la Bienal de Venecia  en 1958.
En 1960 el maestro Fabbiani fue nombrado Director de la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, donde posteriormente dio clases de dibujo y pintura hasta su jubilación.
En 1962  declaró para  el Diario La República: “Yo no tengo estilo, no soy de una escuela determinada, pinto como yo,  mis discípulos nunca me han imitados,  espero que siempre cada quien busque su estilo, su manera de pintar”.
En 1965 expone individualmente en la Galería Acquavella,  obras resueltas dentro de una aguda ironía, de un fino humorismo que ridiculizan los vicios y costumbres de la sociedad burguesa, o hablan de su identificación para con los negros de Barlovento, oscuros seres que cantan su dolor al compás del tambor y muelen su desesperanza con la blanca dentadura mientras ven pasar siglos de abandono y de miseria.

ESE VIEJO TEMA.   
A comienzo de los años 80 el maestro Juan Vicente Fabbiani, escribió el texto para el catálogo de la exposición individual “Ese Viejo Tema”  parte I y II, del Artista Plástico Jesús Morales Ruiz, realizada en 1984 en la Galería  El Muro de Caracas y en el Museo de Arte Francisco Narváez en Porlamar y que fue dedicada a sus maestros

APROXIMACIÓN A SU OBRA.
El maestro Juan Vicente Fabbiani  manifiesta una pasión por el color, traducida en una armonía cromática estructurada por medio de planos  elaborados con el pigmento puro. El cuadro es resumido en una arquitectura total, definitiva, relacionando todas sus partes. Para ello rodea las formas con un trazo definido, aumentando la intensidad cromática. Su estilo es sólido y sobrio, con ausencia total de barroquismo. El realismo sintético que identifica toda su obra, restituye densidad a las formas; flores, naturalezas muertas, el motivo social  y  los desnudos, constituyen su principal temática. El Teorema de Henri Matisse se adapta perfectamente a la obra del maestro Fabbiani: “La expresión no reside, a mi entender, en la pasión que se traslucirá en un rostro o que se afirmará por un movimiento violento. Está en toda la disposición de un cuadro mío: el lugar que ocupan los cuerpos, los vacíos que se hallan a su alrededor, las proporciones. Todo esto tiene su parte. La composición es el arte de ordenar  los diversos elementos que el pintor dispone para expresar su sentimiento”.
En la obra del maestro Fabbiani lo que se aprecia a primera vista es el gran dominio del color que se traduce en una sensación de nitidez incomparables. Todo lo superfluo es sacrificado por un realismo sintético; aquí también el maestro parece apoyarse en otra frase de Matisse: “Todo lo que carece de utilidad en el cuadro es por ello mismo pernicioso”, con el auxilio de muy pocos escogidos elementos –los indispensables- y un dibujo preciso, se  logra esa difícil simplicidad. El maestro Fabbiani elabora sus composiciones con gran precisión, en ellas los objetos dan la momentánea sensación de ser planos, pero sin embargo, la presencia del volumen es tan real, que esos mismos objetos cobran una dimensión autentica, como si pretendiesen salirse  del lienzo.
En 1990 la Galería de Arte Nacional realizó una exposición en su homenaje.              
En 1993 el maestro Jesús Soto señaló sobre el artista: “Fabbiani  generó en mí algo que ha sido faro en mi vida artística: LA ECONOMÍA DE MEDIOS”.

Jesús Morales Ruiz                                                                    
Artista Plástico

Pablo Artal - El Maestro de la Figura Cinética




Maestro Pablo Artal


















Pablo Artal - El Maestro de la Figura Cinética


JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO  
moralesruizjesusrafael@gmail.com 
                                              
PABLO ARTAL
El Maestro de la Figura Cinética

La vida es cuestión de elecciones.                                                                                
“Siempre se nos presentan varios caminos y hay que elegir sólo uno. Cuando apenas comenzaba mi vida aquí en Venezuela tuve mucho éxito y también prosperidad económica, pero ocurrió algo que lo cambió todo”.                                                               
Cuenta que una experiencia trastocó su vida para siempre de un modo impresionante. “Un avión F-86 se estrelló contra mi oficina en Caracas. Por una casualidad había salido de allí y cuando volví encontré todo en llamas, mi esposa y yo nos encontramos y sólo dimos gracias a Dios porque seguía vivo. Entramos y rescatamos algunas de las cámaras que quedaban entre los vidrios y cenizas (…) Ese día me di cuenta que Dios me había llamado”.                                                                                    
“Me fui junto a mi familia para Margarita porque Octavio Ruso me invitó a dar clases en el Taller de Arte y Diseño Francisco Narváez. Aunque ganaba menos de la décima parte que en Caracas y vivíamos con muy poco, nuestra actitud ante la vida era muy diferente. Todos los días confirmábamos que mientras menos dinero teníamos más felices éramos y mayor era nuestra seguridad de que Dios estaba allí”.
                                                                                       
Pablo Artal
Artista Plástico
                                                                                                                                                                                                
 EL MAESTRO DE LA FIGURA CINÉTICA.       
Luis Pablo Artal Soto nació el 30 de octubre de 1938 en Santiago de Chile y tomó la nacionalidad venezolana en 1986.  Artista plástico, polifacético (pintor, dibujante diseñador gráfico, constructor), de gran sensibilidad y de larga y reconocida trayectoria. Su obra puede asociarse a los valores de la pintura por la libertad de  expresión de su visión de la realidad, sin quedar atado a las convencionales de la representación; investiga el efecto que se produce de la unión de lo figurativo con lo cinético, logrando así la creación de un estilo único en su género, que se aparta de toda fórmula para responder a esa necesidad de artista contemporáneo, y que se ha dado a conocer con el nombre de “figura cinética”, donde la figura humana juega un  papel predominante y ésta resulta a través de un dibujo preciso con formas bien definidas, logrando efectos especiales de la unión antes mencionada.
 Logra expresar a través del dibujo y el color, la mística unión de lo humano y lo divino, y así rendirles homenaje a todas las personas que por amor a sus sueños nos han regalado la semilla divina de la creación                                                                       
A lo largo de su vida profesional, Artal ha recibido varios premio entre los que se encuentran: Mención especial Marta Traba, Salón Croydon, Cali Colombia (1961).                          

ARTE Y DISEÑO:        
Pablo Artal estudió en la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Chile, donde obtiene la maestría en litografía y diseño (1952-1956), y en la Academia Sociedad Nacional de Bellas Artes, Palacio de Alhanbra, Chile (1957).
En 1957 recibe influencia del maestro Juan Francisco González Chuelén .
En 1959 se desempeña como diseñador gráfico del Diario La Nación en Santiago de Chile.              
 Artal considera que el diseño debe relacionar la forma, los materiales y las funciones de un  objeto, para conseguir un producto  único y original que responde a un planteamiento estético definido. El objeto producido debe adecuarse a las necesidades sociales y a las leyes del mercado, que lo someten a cambios continuos debido a la competencia, las innovaciones técnicas y las oscilaciones del gusto. En este sentido puede afirmarse que el diseño no es una actitud autónoma y que aumenta de complejidad en virtud del progreso industrial y tecnológico.
En 1960 realiza gira por varios países, entre los que se encuentran: Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.
En 1961 fue profesor de arte y diseño en la Escuela de Artes de Cali, Colombia, y funda su Taller Galería La Rotonda.
En 1963 realiza exposiciones individuales en el conservatorio de Cali, Extensión de Cultura de Bellas Artes.
En 1965 expone en el Salón V Festival Nacional de Arte de Cali, Universidad departamental Valle del Cauca.
En 1967 Funda el Taller de Arte Gráfico Guayasamin, Quito, Ecuador.
Profesor y co-fundador del Centro Grafico del Inciba,  Instituto de Cultura y Bellas Artes en colaboración con los maestros Luis Chacón, Alirio Rodríguez e Ida Granko. (1968-1975).
En 1972 hace una  gira de estudios a través de Europa, auspiciada por el Inciba. Fue
Director de Arte Free Lance, “Tipsa”, “ARS”, “Intelecta” (1968-1975).
En 1976 ejerció la docencia  y fue  co-fundador del taller de arte y diseño Francisco Narvaez, Porlamar NE.
En 1977  asesoró y fue co-fundador de la Galería de Arte El Galpón, con Fabricía Mariani  Dorta. Porlamar NE
En 1978 fue Editor de la Revista “Cuaderna”, en colaboración con el escritor Lira Sosa, Pampatar NE

SOLEDAD Y RETIRO ESPIRITUAL.
En 1982 Artal viaja a la Gran Sabana (Frontera Brasil-Venezuela), donde fija su residencia con su esposa Vicky y sus hijos, lejos del ruido y la contaminación de la ciudad, y funda su Taller Galería.
En 1989 diseña y construye el campamento ecológico “Yakoo” (Edo. Bolívar), además de varias obras urbanas habitacionales y turísticas (1994);  como el Boulevar de la Frontera de Santa Elena de Uairén.
En el 2000 diseña alternativas de aldeas didácticas denominadas “Venezueña”.
En el 2003 realiza con  el Círculo Internacional de la Artes del Estado Nueva Esparta “CIANE”, la exposición individual “Humano y Divino” en el Salón de Arte VIP del Sambil Margarita NE.
En el 2004  Pablo Artal, a través del  “CIANE”  (continuando con su labor de enaltecer y promocionar la labor de los Artistas Plásticos), donó  la obra “Hapía Mater”, mejor conocida como el “Flautista” (medidas 144cm x 144 cm) a la Función Fucho Tovar, con sede del Diario del Caribe. La obra antes mencionada fue expuesta en la exposición individual “Humano y lo Divino”.
En la actualidad  Pablo Artal continúa su labor creativa, y de investigación del Cinetismo en sus obras.  

Jesús Morales Ruiz                                                                                      
Artista plástico

domingo, 28 de abril de 2013

Manuel Quintana Castillo - El Maestro del Realismo Mágico



Maestro Manuel Quintana Castillo


Maestro Manuel Quintana Castillo




























Taller del Maestro Manuel Quintana Castillo


Manuel Quintana Castillo - El Maestro del Realismo Mágico


JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO

       
MANUEL QUINTANA CASTILLIO        
El Maestro del Realismo Mágico                                            

UNA VISIÓN RETROSPECTIVA.                                                            
"Manuel Quintana Castillo, ha asumido un desafío solitario que no ha presionado la secuencia natural de una búsqueda, y que tampoco ha pretendido llegar sin transitar ni ha traicionado la profundidad a cambio de la velocidad. La síntesis que se asoma al observar en retrospectiva su obra se comprende sin mayores esfuerzos: en Manuel Quintana Castillo ha prevalecido la insistencia vivencial y enraizada de su mismidad, por una parte, y el ahondamiento sosegado, continuo y calmado, por otra. Entre estos dos extremos complementarios se ha movido, tanto la trayectoria de su existencia como artista, como la enjundiosa producción de su trabajo estético…”                                                                                  
“Soledad, pausa y margen han sido los lados del triángulo existencial dentro del cual se ha mezclado la identidad y la ajenidad que se perfilan en cada una de las piezas y en el conjunto de la obra que ahora se reúne en esta exposición. Aquí se siente lo innato y lo adquirido, así como se presiente lo propio y lo referenciado. Aquí nos movemos en el margen, en el margen encontrado por Manuel Quintana Castillo y desde el margen ensanchado y repotenciado por Manuel Quintana Castillo. Aquí está la combinación de lo preconcebido y de lo aleatorio así como el flujo de una aventura creativa sedimentada que, vistos en su desenvolvimiento retrospectivo, nos concederían la licencia para poner en boca del artista el aforismo de San Agustín: "Algo en mí es más yo mismo que yo mismo"

Victor Guédez (2006)                                                                                             


EL MAESTRO DEL REALISMO MÁGICO.
Manuel Quintana Castillo nació el 6 de Enero de 1928 en Caucagua, Estado Miranda.
Artista Plástico, Pintor, Escritor, Critico de Arte; su carrera independiente lo llevó a expresarse por un camino que ningún pintor venezolano se había planteado hasta entonces, una suerte de “Figuración Mágica”, en la que los sueños registrados en la tela parecían cargar la pintura de una realidad densa y fantástica. El maestro Quintana Castillo al hablar sobre sus búsquedas como artista dice: “la vida del artista es una secuencia continua de reencuentros y descubrimientos, es decir, de recuperaciones de algo que se quedó en el pasado y de hallazgos novedosos que se asoman durante la permanente transición de toda búsqueda”
La evolución en mi carrera como pintor, ha sido una afirmación cada vez fuerte de las cosas en las cuales creo. Cada vez creo más en mis convicciones y me refiero a mi papel y a mi destino como pintor. No me interesa ser otra cosa, sino afirmarme en lo que soy, porque todavía tengo imaginación, entusiasmo, la capacidad de riesgo, la audacia el incentivo de la juventud, pero complementada con la experiencia. Siempre he creído en la pintura y no quiero salirme de eso. Cada día tengo mayor incentivo para creer en ella. Eso es mi proyecto de vida. Lo que me he propuesto en mi trabajo a lo largo de mi trayectoria como artista, es algo que se fue generando a si mismo. Eso no ha pasado solamente en mi caso, es la pintura que se genera a si misma, a partir de ciertos códigos, de ciertos lenguajes, de cierta búsqueda. Es como un organismo viviente que evoluciona naturalmente”.

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS.
A lo largo de su  carrera el maestro Quintana Castillo, ha recibido Premios y Reconocimientos entre los que se encuentran: Mención Honorifica, Salón D’ Empaire, Maracaibo (1954); Premio Enrique Otero Vizcarrondo, Salón Oficial de Arte Venezolano (1955); Premio John Boulton, Salón Oficial de Arte Venezolano, Museo de Bellas Artes, Caracas (1956);  Primer Premio de Pintura, Salón Planchart, Caracas (1955); Primer Premio de Pintura Salón D`Empaire , Maracaibo (1957); Primer Premio de Dibujo, Facultad de Arquitectura, U.C.V, (1959); Orden Andrés Bello (1973); Premio Nacional de Artes Plásticas (1973); Premio Arturo Michelena, Ateneo de Valencia (1978); Premio Adquisición Museo de Bellas Artes, I bienal de Artes Visuales (1981); En 1996 recibe el Premio Armando Reverón; Premio Antonio José de Sucre en la I Bienal Internacional de Cumaná (1999). La Galería de Arte Nacional organiza una gran muestra retrospectiva bajo el nombre  “La piel del Tiempo”.  Fue miembro fundador de los Grupos Artísticos-Literarios, Sardio en 1957 y El León de Oro en 1965.

SUS ORÍGENES
Sus Padres Don Francisco Antonio Quintana y Doña  Regina Castillo.
En  1930 se traslada a Caracas  con sus padres y se establece en  la  Parroquia  la Pastora.
Desde muy niño Manuel comienza a dibujar y a pintar y descubre la pasión por el arte.
Realiza sus estudios  de  Primaria  en la  Escuela Republica  del Ecuador, y de  Secundaria  en el Colegio Sucre.
En 1945 a la muere su padre, Manuel asume la conducción de su familia.
En 1946 se inscribe en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas Cristóbal Rojas, donde egresa en 1949.
Fueron sus maestros: Marcos Castillo, Luis Alfredo López  Méndez, Pedro Ángel González  y Rafael Monasterios, entre otros.
En 1949 contrae matrimonio con Doña Irma Patrullo González
En 1953 establece amistad con  los maestros Oswaldo Trejo, Alfredo Armas  Alfonso, Alfredo Silva Estrada y Juan Calzadilla.
Manuel comienza a estudiar las obras de Joaquín Torres García, Paul Klee y Rufino Tamayo.
En 1958 se inició como docente.
Entre 1965 y 1967 ejerció la dirección del programa de crítica de arte Cuaderno de Pintura, en la Radio Nacional de Venezuela.
Desde sus comienzos, su obra constituye el signo evidente de una continua búsqueda, resultado de reflexiones de un pintor culto.

ARTISTA PLÁSTICO O INTLECTUAL?
El Maestro Manuel Quintana Castillo al hablar sobre los artistas dice: “Los artistas plásticos, por lo general, tienden a asociarse con la destreza manual espontánea, pero ha habido pocos que han reflexionado sobre el Arte a lo largo de la historia. Juan Liscano hizo esa observación y dijo que en Venezuela, eso de “hacer reflexión sobre el Arte” lo inauguramos Alejandro Otero y yo. Ahora, que un artista plástico tiene que ser necesariamente un intelectual, eso no es así: depende del temperamento y de la naturaleza de cada quien. Actualmente va muy de moda que los artistas plásticos aparenten ser intelectuales pensando que con eso van a ganar más respetabilidad.
Pero antes, los pintores nunca se han asociado con los intelectuales a diferencia de los escritores.
Reverón, por ejemplo, no reflexionó absolutamente nunca sobre nada, él pintaba y ya; y  Picasso, que es el modelo, el arquetipo el paradigma del artista plástico moderno, fue más bien una fuerza casi de la naturaleza, una gran fuerza, un talento monstruoso para pintar, además caricaturista genial, porque si no hubiese sido caricaturista no hubiese podido pintar un cuadro como Guernica, porque la deformación figurativa que hace Picasso en este cuadro demuestra su habilidad para la caricatura. Él crea una deformación, crea otro organismo, que tan coherente como el de la naturaleza. Las deformaciones de Picasso se ensamblan orgánicamente, hay una coyuntura muscular interna propia. Guernica es un cuadro figurativo pero con trasgresiones y alteraciones, muy lógicas. Picasso nunca escribió nada sobre la pintura ni dijo nada; él hacía su obra, pero claro, no todo el mundo es igual. Yo no puedo evitar reflexionar sobre lo que hago. Hago mis cuadros y después pienso sobre lo que he hecho…”

APROXIMACIÓN A SU OBRA.
 En 1974 el Maestro Quintana Castillo se retira de la docencia para dedicarse de lleno a realización de su obra: “Combinando símbolos y formas intemporales, permanentes, situados en un espacio plástico subordinados a una geometría sensible, expresiva”.
Algunos críticos venezolanos han visto en su obra dos referencias claves: la del cubismo y la del arte negro. En su pintura, el factor étnico de origen africano le ayuda en su búsqueda que no sólo se refiere a lo estético sino a lo sagrado. Para Manuel Quintana Castillo el cubismo era una renovación de la conciencia occidental, mediante la asimilación de las intenciones primitivas (no ingenuas) del arte negro-africano. Desde el punto de vista plástico, Quintana Castillo le asignaba al cubismo el objetivo de "el tratamiento de los valores esenciales… línea, valor, color; eliminación de la perspectiva renacentista, construcción del espacio y la forma simultáneos, reconstrucción plana de la imagen… en una organización rítmica en dirección vertical y horizontal."
En la actualidad el Maestro Quintana Castillo continúa su labor creativa y es orgullo de todos los venezolanos.

Jesús Morales Ruiz                                                         
Artista Plástico