JESÚS MORALES RUIZ –
ARTISTA PLÁSTICO
HECTOR
POLEO
El Maestro de La Figuración Poética
LA FIGURACIÓN POETICA.
“La Expresión “Figuración poética” era dilecta del propio artista y
cubre esa denominación toda la obra de Poleo desde 1960 hasta el final, pues la
invención de una realidad autónoma , sin trazas de realismo referencial, se
hace ya definitiva, por cuanto pueda variar en distintos aspectos sin embargo,
es tan notable el cambio que sucedió
hacia 1970, el cual además adquiere
nuevos acentos, que es más conveniente sustituir el nombre por el
“desdoblamiento del símbolo,” para comprender ese último gran período iniciado
en la década de los 70, como anota su esposa Adela, en una afirmación digna de
recordar: “1970 se vislumbra un nuevo rumbo en su creación artística, que considero una síntesis de su continua
búsqueda mantenida hasta sus cuadros de
los años ochenta. Es la conjunción de surrealismo, informalismo, onimismo, y
arquitectura plástica”. El maestro Poleo alcanza modos de expresión francamente
alegóricos, en este camino surcado por la pureza en la presentación de ideas,
la doblés del símbolo y la fina sintaxis de la imagen”.
Carlos Silva
Crítico de Arte. Premio Alfredo
Boulton (1999)
EL MAESTRO DE LA FIGURACIÓN POETICA.
Héctor Poleo nació el 20 de Junio de 1918 en Caracas y muere el 26 de Mayo
de 1989 en la misma ciudad. Medalla de Plata en la exposición Internacional de
Paris (1937); Premio Arturo Michelena, II Salón Anónimo, Ateneo de Valencia
(1944); Premio Nacional de Pintura, Salón Oficial de Arte Venezolano (1947);
Premio Federico Brandt (1950); Primer Premio Salón Planchar (1952); Premio
Arturo Michelena, Salón Oficial (1954); Premio Segunda Bienal Hispanoamericana de Arte, La Habana, Cuba (1954); Premio Antonio Herrera
Toro, Salón Oficial (1958); Premio Nacional de Artes Plásticas, Caracas
(1986). Poleo fue uno de los Artistas Plásticos venezolanos de más fama
en Europa y Estados Unidos.
En 1926 tiene un accidente que le produce la pérdida de la visión del
ojo izquierdo.
Estudio en la Academia de Artes plásticas y Aplicadas de Caracas
(1930-1937), donde recibe un gran apoyo de sus maestros Rafael Monasterios y
Marcos Castillo, ganado por el acento lírico que expresaba a través del colorido sutil y refinado, que recordaba a Bonnard y a Federico Brandt. En 1937, realizó su primera exposición individual, en el Ateneo de
Caracas
EL CREADOR DE SUEÑOS.
El Maestro Poleo, viajó a México becado para estudiar en la Academia de
San Carlos (1938); estudió pintura mural, etapa decisiva en su carrera; conoció
el trabajo de Diego Rivera y de Orozco y
la poderosa elocuencia de sus imágenes primitivas, así como el esculturismo de
las escuelas renacentistas, y extrajo de estas lecciones un sincretismo tan
despojado de emociones, como a la vez emocionante, con el cual ensayaría hacer
una pintura comprometida con el destino de los campesinos oprimidos.
El Creador de Sueños, como se le llamó a Héctor Poleo utiliza una técnica de puntuaciones muy
precisas y finas en la aplicación de un colorido de apariencia mate como el
fresco; construyó un universo cerrado, comedido y silencioso, donde la exposición del tema
estaba apenas insinuada por la gravedad un tanto neutral de sus alargadas figuras; la vista del espectador se mantiene fija en un
primer gran plano escultórico.
En 1944 viajó a Estados Unidos, donde fija su residencia en Nueva York
hasta 1948. Luego va a Europa, recorre Suiza, Holanda, Bélgica, Italia,
Inglaterra y Francia donde se residencia en Paris. Allí se casa con la Artista Adela Rico (1948- 1949).
En 1952 regresa a Venezuela y comienza el mural para el rectorado de la
Universidad Central de Venezuela, Caracas, que será concluido un año después.
En el período 1953-1954,
participa en la Bienal de Sao Paulo, Brasil y en la Bienal de Venecia,
Italia.
En 1957 nace su única hija María Alexandra, quien más adelante se
dedicó a la música y luego a la pintura. Retorna a Paris con su esposa e hija
para residenciarse allí por varios años.
En el año 1959 realizó la Exposición
20 Años de Salón a través de los Premios, en Museo de Bellas Artes de Caraca.
Participo en la XXX Bienal de Venecia (1960); Realiza una gran retrospectiva en
el Museo de Bellas Artes de Caracas (1974), y esta exposición es llevada al Center
For Inter-American, Nueva York y al Museo
de Arte Moderno de México. En 1985 prepara otra retrospectiva, en el Museo de
Arte Moderno de América Latina, Washington, D.C. y en el Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas, a cargo del Historiador Alfredo Boulton (1986).
Realiza el Vitral “El Nacimiento del Hombre” en la estación La paz del Metro de
Caracas (1987).
El crítico Gastón Diehl escribe la segunda monografía sobre Héctor
Poleo (1989).
EL DESDOBLAMIENTO DEL SIMBOLO.
En 1969 Miguel Ángel Asturias escribió el texto de la presentación de
la exposición de Héctor Poleo, celebrada en la Galería Villand Galaniesen en
Paris, cuando el artista se asomaba ya a una morfología diferente. Cito
Textual: “No es palpable la pintura de Poleo, es un humo impalpable que se
mantiene en lo visible y sólo en lo visible en la proyección irreal o anti-irreal.
Desvelo de astros que se conocen a si mismos. Estructuras intimas… Todo es
recreación, hasta la luz se inventa a si misma, para iluminar abstracciones
figurativas”.
La obra del Maestro Poleo puede perseguir las múltiples dimensiones
donde se da el principio antropológico, pero nunca las elude. No hubo un sólo
instante de fuga o escapismo en su vida.
Poleo nos aleja del mundo duro y codificado, y del rumor enloquecido de una
humanidad en pugna feroz, por ser cada
vez menos auténtica, a fin de trasladarnos a aquellas regiones del macrocosmos
y del microcosmos interior donde es posible, sólo posible, vincular profundamente la
existencia individual con la prístina revelación del ser. Ahora nos damos
cuenta que el Maestro Poleo siempre tuvo, en su niñez, el don hermético de establecer ese privilegiado nexo: “El
Desdoblamiento del Símbolo”.
APROXIMACIÓN A SU OBRA.
Por el prolongado, profundo y complejo desenvolvimiento de la imagen artística
de Héctor Poleo por más de medio siglo, es natural que los estudiosos de sus
obras hayan recurrido al discernimiento de etapas en el proceso creativo, según
la fisionomía y la intencionalidad de los distintos momentos de su producción
plástica.
Entre 1940 y 1943 realizó buena parte de lo más significativo de su
obra, durante una gira por varios países andinos, época de rebeldía a la que
pone término con su estupenda serie de Los Comisarios (1943). Después atravesó su experiencia surrealista, con una
influencia demasiado obvia de Salvador Dalí: Contenidos apocalípticos de
imágenes, de ojos inmensos, erosiones y abismos, arborescencias humanas,
cráteres y desiertos de gran magnitud. Poleo decía: “Que esa experiencia
pesimista era resultado del estado de ánimo que le embargaba durante la segunda
guerra mundial”. La evolución inmediata del Maestro queda ligada a tendencias
arcaizantes que puso de moda el movimiento de vanguardia (1948). En un primer
momento, su pintura parece evocar retratos romanos, o figuras del antiguo arte
romántico, a través del puente
representado por la obra del maestro italiano Campigli. Rostros femeninos de
apariencia académica, en los que se diluyen los últimos trazos surrealistas para dar paso finalmente a una figuración
geométrica, donde ya no importa más el
volumen ni el modelado sino el plano.
El Maestro Poleo pasa ahora a una pintura donde la perspectiva es
completamente simbólica y la anécdota un simple pretexto apenas sugerido. Las
formas se convierten en grandes planos de color puro rodeadas por un dibujo
lineal muy preciso. El paisaje y la composición de primeros planos esta
geometrizada. Toda su pintura hasta ahora había sido esencialmente dibujística
y la composición estaba en ella determinada racionalmente por un plano previo.
A Partir de 1960 el Maestro Poleo se libera de toda sujeción planimétrica
para buscar apoyo en el color y la tinta, con apariencia de clima infuso, zonas
atemporales y borrosas, de sueños,
atmosferas poéticas que tienden a cerrarse sobre si mismas como una memoria
perdida. El Maestro cambió de técnica para dar paso al acrílico y a la caseína,
de esta etapa el historiador y critico de arte Alfredo Boulton decía: “El uso
de la técnica y la caseína han permitido a Poleo construir una nueva materia lírica,
sobre la que el pintor va trabajando lenta y periódicamente. A tal grado afecta
al artista la nueva sustancia que a veces llega a alterar hasta su sistema de
trabajo, deja reposar su obra durante largos meses y esa circunstancia hace que
se enriquezca y aparece la imagen, por cuanto algunas armonías sólo las utiliza
en determinados periodos del año. De acuerdo con las estaciones las temperaturas
y la luz, ese mundo de “Figuración Poética” como a Poleo le agrada calificar su
obra, alcanza momentos de increíble
belleza con los que entra en juego una cierta identificación de estructura en
la concepción de la imagen, que se va formando al lento ritmo de las estaciones
y de la atmosfera”.
El Maestro Poleo es un artista que evoluciona de una época a otra, de
acuerdo a la contemporaneidad de los conceptos artísticos, y que al renovarse
técnicamente, no sacrifica a su nuevo cambio estilístico los valores esenciales
que habían prevalecido hasta ahora en su arte.
Jesús
Morales Ruiz
Artista
plástico
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