JESÚS
MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO
OMAR CARREÑO
EL MAESTRO DEL ABSTRACCIONISMO GEOMÉTRICO
OMAR ACARREÑO INSIGNE MAESTRO MARGARITEÑO
La
Asociación Venezolana de Artistas Plásticos del estado Nueva Esparta AVAPNE, el
Círculo Internacional de Las Artes CIANE, el Museo de Arte Contemporáneo
Francisco Narváez, el Diario del Caribe, el Centro Medico La Fe, la Alcaldía del Municipio Mariño, el
Sambil Margaita y Tipaco, se unen al dolor que embarga al Pueblo Venezolano por
la muerte el Insigne Maestro del Abstraccionismo Geométrico Omar Carreño, que
descanse en Paz..
EL CLASICO DE LOS
ABSTRACTOS VENEZOLANOS.
" Omar Carreño es el clásico de los abstractos venezolanos: él
ha sido para el abstraccionismo local, lo que Juan Gris fue para el Cubismo en
su momento".
“El maestro Carreño después de 35 años
dedicados al abstraccionismo no deja de sorprender el cambio que ha tenido a lo
figurativo (1985), en que los barcos aparecen bajo una presencia simbólica,
como un deseo de comunicación: El barco relaciona, une puertos, establece lazos
humanos y también es sed de infinito de aventuras de escudriñar lo desconocido.
Su obra actual con lo cual no renuncia a
sus orientaciones anteriores así como tampoco las contradice: “Porque si en
algo se caracteriza mi forma de ser y pensar el concepto que tengo de la
pintura y el arte, es que todo es una espiral en continuo movimiento. Cada paso
que doy es de haber desarrollado al máximo uno anterior, como también es
producto de sentar una gran emoción por aquello que no conozco y que quiero
dominar a fondo”. Y así nacen los barcos, “ellos son abstractos de alguna
manera…la misma secuencia de mi pintura fue llevándome a que el barco
apareciera”.
Manuel Quintana Castillo
Premio Nacional de Artes Plásticas
(1973)
EL MAESTRO
DEL ABSTRACCIONISMO GEOMÉTRICO.
Omar Rafael Carreño
Rodríguez nació el 7 de Febrero de 1927 en Porlamar, Estado Nueva Espart y muere el 11 de Mayo del 2013 en Caracas.
Arquitecto, Artista Plástico (Pintor, Escultor, Orfebre).
Miembro Corresponsal de la
Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras de Paris. Miembro del grupo artístico
venezolano Los Disidentes (citado en el nº 5 de la revista del mismo nombre),
Paris, Francia (1950)
El
maestro Carreño ha recibido a lo largo de su carrera artística, Premios y Reconocimientos
entre los que podemos destacar: Premio Mérito Especial para Estudiantes de la Escuela
de Artes Plásticas, IX Salón Oficial, Museo de Bellas Artes, Caracas (1950);
Premio Puebla de Bolívar en el XI y XVIII (1951 y 1957); Premio Cuatricentenario, Salón del Ateneo de
Valera, Edo. Trujillo (1958); Premio Energía Eléctrica de Venezuela, VI Salón
D'Empaire (1959); Premio Nacional de Artes Plásticas (1972); Premio
Arturo Michelena, XXXI Salón Arturo Michelena, Valencía, Estado Carabobo (1973);
Orden Andrés Bello, en su Primera Clase (1981); Orden Francisco Esteban Gómez, Primera Clase,
del Estado Nueva Esparta (1988).
El
Gobierno Regional del Estado Nueva Esparta,
inaugura en su honor el Centro de Artes Omar Carreño en la Asunción,
Edo. Nueva Esparta (2006), dirigido actualmente por la Lic. Magaly Guédez de
García.
SUS ORÍGENES.
Sus padres Don Daniel Carreño,
orfebre y Doña Antonia María Rodríguez de Carreño.
Desde muy niño, Carreño ya dibujaba. El
mismo comenta: "Comencé en la pintura en mi casa. Mi padre tenía una
joyería y me ponía a diseñar los milagros. Se mandaban a hacer muchos milagros.
La mayoría eran madres rezando. En la Escuela también descubrí que yo tenía
aptitud para el dibujo. Siempre me llamaban al pizarrón para pintar. Con Ramón
Vásquez Brito me la pasaba compitiendo.
Después fui a Caracas y fue el doctor Elías Toro quien convenció a mi padre
para que me enviara a estudiar pintura a París".
Carreño estrecha sus contactos con el arte,
cuando cursa sus estudios primarios, su maestro Santiago Salazar Fermín, quien lo
orienta y lo guía en su vocación; establece una gran amistad con Ramón Vásquez
Brito, quien es uno de sus compañeros; a la salida de las clases los dos amigos
se reunían a dibujar historitas y caricaturas, o recorrían las calles con otros
compañeros de la escuela llenando cuadras enteras de paredes con grabados de
tiza. Después de sus estudios, durante
un corto período ejerce profesionalmente la orfebrería en Margarita y luego en
Caracas.
A la edad de diez y seis años Omar Carreño
se enferma de tisis y es recluido en su casa de Margarita
En 1946, cuando se agravó y fue desahuciado,
lo trasladaron para Caracas para internarlo por primera en la “Clínica de Vías Respiratorias”. El obligado
reposo físico lo lleva a dedicarse a la lectura, escuchar música, hacer
dibujos, y retratos. Con todo esto, el interés por el arte se hacía más
acucioso y exigente. Carreño pide a sus amigos que le faciliten libros de
pintura, y empieza a tomar conciencia del carácter profundamente revolucionario
de la época en que le ha tocado vivir; dos años que Carreño pasa en la clínica,
le sirvieron para adquirir una activa vida intelectual. En Porlamar, Carreño ya acostumbraba acudir a la
Biblioteca pública para aumentar su formación intelectual, que sientan
una sólida base conceptual a su obra posterior.
ESTUDIOS
ACADÉMICOS.
En 1948 después de dos años de reclusión a causa de los
problemas de salud, ingresa en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas; fueron
sus maestros: Monasterios, Rafael Ramón González (quien le dice: “anda pensando
en un viaje a Europa porque aquí ya no tienes mucho que hacer”), Fabbiani, Marcos
Castillo. Sus compañeros de estudios: Jacobo Borges, Víctor Valera, Alirio
Rodríguez, Ángel Hurtado, Jaime Sánchez, entre otros.
Omar Carreño frecuentó el Taller Libre de
Arte, donde establece amistad con Alirio Oramas y Régulo Pérez. Carreño realiza
su primera exposición individual en el Taller Libre de Arte, entre otros,
cuadros indigenistas.
En 1950 la Dirección de la Escuela de Artes
Plásticas responde a las protestas de los estudiantes que pedían mejorar el
pensum expulsando a toda la promoción saliente.
Ese mismo año Omar Carreño viaja a Paris,
donde fija su residencia, gracias a su padre que acoge con simpatía este
proyecto de viaje y acepta costearlo por todo el tiempo que fuese necesario.
Carreño estrecha sus contactos con el Grupo de los Disidentes. Los primeros
trabajos que realizó son óleos abstractos y geométricos, a los que siguen luego
los collages (La GAN tiene en su colección collages abstractos de Carreño de
1950 y 1951, respectivamente). Comienza a desarrollar sus primeros relieves
transformables por el espectador, mediante un sistema de bisagras. Pierre
Descargues los llamó polípticos y Carreño los presentó en la Galería Arnaud de
París Francia.
En 1951 atraído por las novedades
científicas, adquiere la edición de 1948 del libro de Albert Einstein y Leopold
Infeld (La Evolución de las Ideas en
Física), texto que se convierte para Carreño en un libro de cabecera. Al mismo
tiempo se acerca, en cierto modo, al pensamiento de Henry Bergson,
particularmente en cuanto a su dinamismo (impulso vital), y a su preocupación
por humanizar el mundo técnico (suplemento del alma). Estas ideas son el núcleo
del pensamiento del Movimiento Expansionista. De sus meditaciones sobre la
esencia del arte, Lo que convence a Carreño que el arte es creación, no es la
meditación intelectual. Al revés, es la vivencia de la creación artística misma
la que empuja a Carreño en la vía abstracta, desde Caracas, antes de ir a
Paris. Sus primeras obras totalmente abstractas
son de 1950, en Caracas, antes de su primer viaje a Europa.
En 1952 los primeros trabajos que realizó
Carreño en Paris son óleos abstractos y
geométricos, a los que siguen luego los collages. Comienza a desarrollar sus
primeros relieves transformables por el espectador, mediante un sistema de
bisagras. Pierre Descargues los llamó polípticos y Carreño los presentó en la
Galería Arnaud de París Francia.
EVOLUCIÓN Y
TRANSFORMACIÓN.
En 1952 Carreño toma contacto con
varios artistas residenciados en Paris con el objeto de forma un movimiento destinado
a solidarizar todas las disciplinas dentro de una dinámica humanista abierta al
futuro, comenzando desde la disciplina artística.
Escribe y publica el Primer
Manifiesto expansionista donde propone
buscar “una estrecha comunicación con el público, de manera que el espectador
pueda participar directamente en la transformación de la obra, utilizando así
las capacidades creadoras que todo ser
humano posee normalmente en estado inmanente, aunque en grados distintivos”. Algunos
colegas se muestran atraídos por el proyecto, entre ellos el italiano Gianni
Bertini y el español Eusebio Sempere, pero la salida de Carreño para internarse
en una clínica de Suiza interrumpió el intento. Privado de las mínimas
condiciones materiales para desarrollar su labor pictórica, Carreño esboza
proyectos de obras transformables a las cuales incorpora la literatura (poesías
de las cuales es autor).
A mediados de este mismo año
nuevamente desahusiado, tuvo que internarse.
En 1953 Carreño publica desde su
internamiento el Artículo: Idées de l’artiste (Ideas del Artista,
Boletín-Revista CIMAISE, Nº4/5, julio
1953) en el cual expresa su “interés global por todo cuanto forma y
transforma nuestro siglo”, y declara encontrarse “sumergido en la mayor
aventura que jamás haya conocido la historia del arte”.
En 1955 Carreño después de una
última operación y cinco años de ausencia, (definitivamente curado), regresa a Venezuela y se instala en Caracas.
Participa en la muestra colectiva
Exposición Internacional de Pintura, Museo de Bellas Artes, Caracas, y luego
realiza una exposición individual titulada “Carreño – Exposición antológica
abstracta 1950-1955”, en la sede de la Sociedad Venezolana de Arquitectos,
Centro Simón Bolívar, Caracas.
En 1957 es miembro del grupo
Artístico-Literario Sardio, Caracas.
A petición del arquitecto Carlos
Raúl Villanueva, realiza la policromía externa e interna, con mural en la parte
externa del Auditórium de la Facultad de Odontología, Ciudad Universitaria,
UCV, Caracas.
En 1958 participa en la Bienal de Venecia y es designado Comisario
de la Exposición.
En 1960 Carreño en el articulo Arte y Técnicas de Expresión
(diario El Nacional, Papel Literario, Caracas, 28-01-1960), escribe: “cuando,
por ejemplo, en los cielos de Caracas, se esté moviendo una escultura inmensa,
seremos impotentes por sí solos [los artistas] para construirla, pero la idea y
sus características las daremos nosotros. [...o como...] el políptico en movimiento que se desplazaría en
un espacio limitado, pero con fases expresivas ilimitadas; el mural luz-color
sin cuerpo sólido, que el espectador pueda atravesar; el mural nocturno, móvil
en pleno cielo, ...” (Obras que el espectador transformaría por medio de
células fotoeléctricas, obras invisiblemente suspendidas en el espacio por
campos magnéticos, y demás medios de índole industrial...).
En 1964 es designado Inspector de los Talleres del
Instituto Nacional de la Cultura y Bellas Artes INCIBA. Delegado por el Estado
Sucre de la Extensión Cultural de la Universidad de Oriente UDO, Cumaná,
Venezuela. Director del Instituto de Arte Gómez Cardiel, Cumaná, Sucre.
En 1966 realiza estudios en el
Instituto Internacional para la Conservación y la Restauración de Bienes
Culturales, de la UNESCO (mención Monumentos Históricos), en Roma, Italia. Retorna a la abstracción
geométrica y obras manipulables. Que muestra en dos exposiciones individuales:
una en Florencia, donde da una charla sobre “El expansionismo en mi obra”, y
otra en Roma donde da a conocer al público (en francés) el Primer Manifiesto
del Expansionismo.
En 1967 realiza “Obras Transformables”, primera
exposición de grupo del Movimiento Expansionista, y publica en español, El Manifiesto 1, Museo de Bellas Artes, Caracas. Las
obras de Carreño expuestas en esta exposición fueron transformables mediante
cubos intercambiables pintados de manera distinta por sus seis caras. Eran sus
obras que traía de Italia. Esta exposición estaba formada por obras de volúmenes giratorios, con reflejos de
partes laterales en los nichos pintados sobre elementos desplazables de metal
cromado. Las
obras de Carreño expuestas en esta exposición fueron transformables mediante
cubos intercambiables pintados de manera distinta por sus seis caras. Eran sus
obras que traía de Italia.
Carreño es nombrado Jefe de la
Sección de los Cursos Libres y Profesor de Pintura en la Escuela de Artes
Plásticas, Caracas; cargo que asumirá hasta su jubilación, en 1979.
APROXIMACIÓN A SU OBRA.
El
maestro Carreño ha realizado varias exposiciones individuales en las que se
destacan:Taller Libre de Arte, Caracas (1950); Galería Arnaud, París
(1952-1953); Galería L'Entracte, Lausana, Suiza / Galería Suzanne Michel, París
(1954); Galería L'Entracte, Lausana, Suiza (1961); Bajo la Quilla, Centro de
Bellas Artes, Maracaibo /El Nereida, MBA (1965); Obras Transformables, Galería
Número, Florencia, Italia / Obras transformables, Galería Fiamma Vigo, Roma
(1966); Galería Estudio Actual, Caracas / Museo de Macerata, Italia (1969);
Galería Número, Venecia / Galería Fiamma Vigo, Roma (1977); Exposición
Antológica (1950-1983), MBA; Exposición Antológica (1949-1981), Museo Francisco
Narváez (1984); Todas las Presencias, Galería Durban, Caracas; Del Tiempo y del
Mar, Galería El Mundo del Arte, Maracaibo (1989); Sala AltarribaArt,
Barcelona, España, Centro Cultural Altarriba, Vich, España(1991).
El Critico de Arte Carlos Silva en su
libro, Historia de La Pintura en Venezuela, Tomo III, escribió: “Omar Carreño, capaz
de dar un salto estético asombroso desde sus creaciones neo-cubistas,como el
lienzo Jarra (1951 c), hasta los polípticos (1952), donde las proposiciones
neo-plásticas son dinamizadas por la multidireccionalidad lineal y por estar
ellas inscritas en maderas móviles, aptas para transformarse en varias
imágenes, a gusto del espectado. De los polípticos expuestos en la Galería Arnaud París Francia
(1952), evoluciona tres años más tarde, ya en Caracas, simplificando su
dirección geométrica y prácticamente eliminando los colores a fin de lograr una
tensa relación blanco-negra, en obras llamadas posinega”.
La creación y abstracción llegan a ser para el maestro Carreño
sinónimo, y así lo consigna en una frase contundente: “El arte abstracto nos
revela los universos subjetivos y poéticos de los creadores”.
Regresó a Venezuela en 1955, después de
tres años de reclusión forzada en Europa por su salud, se dedica a la pintura y a la escultura, algunas
transformables. No hizo polípticos en 1955, sólo expuso los que traía de Europa
y polípticos transformables. Después de esa etapa informal, Carreño la inició
cuando nuevamente se instaló en Francia, en 1960 (donde permaneció hasta 1963).
Y esta etapa informal, Carreño la concluyó apenas instalado en Italia, a finales
de 1965. A partir de 1966, en Roma, retornó al geometrismo.
En 1966 fundó en Caracas el Movimiento
Expansionista con el que daba su propia contribución al Cinetismo a través de
la inducción de factores motrices y modificantes de la obra, utilizando la luz
eléctrica para obtener efectos visuales de gran colorido, y la manipulación de los componentes giratorios,
entre otros.
Escribe y publica el Primer Manifiesto
expansionista donde propone buscar “una
estrecha comunicación con el público, de manera que el espectador pueda
participar directamente en la transformación de la obra, utilizando así las
capacidades creadoras que todo ser
humano posee normalmente en estado inmanente, aunque en grados distintivos”.
En 1991 el maestro Carreño se gradúa de Arquitecto en la Universidad
Central de Venezuela: "Siempre me gustó la Arquitectura. Hasta que un día
decidí entrar a la Escuela de Arquitectura, cumpliendo con todos los
requisitos, y cuando me faltan unos créditos para hacer la tesis, vi que el
dibujo tenía cuatro créditos, entonces me inscribí, y el profesor era Zapata.
Ahí me pasó una cosa, sin ánimo de ser pedante, con Zapata, cuando estaba
pasando la lista, dijo Omar Carreño, y me sacó de clases, y me dijo: “Porque tú
me puedes dar clases de dibujo a mí”.
Jesús Morales Ruiz
Artista Plástico
Artista Plástico
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