viernes, 4 de abril de 2014

El Desnudo en La Fotografía Arte y Creación


JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA  PLÁSTICO           
moralesruizjesusrafael@gmail.com

EL DESNUDOS EN LA FOTOGRAFÍA
Arte y Creación 

EL DESNUDO ARTÍSTICO                                                                                         
El arte ha sido desde siempre una representación del mundo y el ser humano, un reflejo de la vida. Por ello, el desnudo no ha dejado de estar presente en el arte, sobre todo en épocas anteriores a la invención de procedimientos técnicos para captar imágenes del natural (fotografía, cine), cuando la pintura y la escultura eran los principales medios para representar la vida.                                                                   
El desnudo del cuerpo humano es un género artístico que consiste en la representación en diversos medios artísticos pintura, dibujo, escultura, fotografía entre otros. Como género, el desnudo resulta un tema complejo de abordar por sus múltiples variantes, tanto formales como estéticas e iconográficas, y hay historiadores del arte que lo consideran el tema más importante de la historia del arte occidental.                                                                                                           Aunque se suele asociar al erotismo, el desnudo puede tener diversas interpretaciones y significados, desde la mitología hasta la religión, pasando por el estudio anatómico, o bien como representación de la belleza e ideal estético de perfección, como en la Antigua Grecia.                                                                           
ANTECEDENTES HISTÓRICOS            
El estudio y representación artística del cuerpo humano ha sido una constante en toda la historia del arte, desde la prehistoria (Venus de Willendorf) hasta nuestros días. El ser humano ha sentido desde antaño la necesidad de profundizar en su esencia, de conocerse a sí mismo, tanto en el aspecto exterior como interior.                     
 El cuerpo en su faceta más mundana, relacionada con el erotismo, hasta la más espiritual, como ideal de belleza, el desnudo ha sido un tema recurrente en la producción artística prácticamente en todas las culturas que se han sucedido en el mundo a lo largo del tiempo. Kenneth Clark, en su obra El desnudo. Un estudio de la forma ideal (1956), enfatiza la distinción en lengua inglesa de dos tipos de desnudo: la forma humana natural (naked) y la transcripción de esa forma de un modo idealizado (nude). Esta distinción entre desnudo corporal y desnudo artístico proviene de los críticos ingleses del siglo XVIII, para los que la esencia de la pintura y la escultura era el cuerpo humano desnudo.                                                            
El desnudo ha tenido desde tiempos antiguos un marcado componente estético, por cuanto el cuerpo humano es objeto de atracción erótica, y constituye un ideal de belleza que va cambiando con el tiempo, según el gusto colectivo de cada época y cada pueblo, o incluso el particular de cada espectador.                                                          
La sexualidad más o menos implícita de estas imágenes ha llevado al género del desnudo a ser objeto de admiración o bien de condena y rechazo, llegando a estar prohibido en épocas de moral puritana, si bien siempre ha gozado de un público que ha adquirido y coleccionado este tipo de obras. En tiempos más recientes, los estudios en torno al desnudo como género artístico se han centrado en los análisis semióticos, especialmente en la relación entre obra y espectador, así como en el estudio de las relaciones de género.           
En la actualidad, el desnudo artístico es ampliamente aceptado por la sociedad y su presencia cada vez mayor en medios de comunicación, cine, fotografía, publicidad y otros medios, lo ha convertido en un elemento icónico más del panorama cultural visual del hombre y la mujer actual, aunque para algunas personas o algunos círculos sociales sigue siendo un tema tabú, debido a convencionalismos sociales y educacionales, generando un prejuicio hacia la desnudez, que es conocido como «gimnofobia» o «nudofobia».
                      
EL DESNUDOS EN LA FOTOGRAFÍA                                 
La aparición de la fotografía supuso una auténtica revolución en el terreno de las artes plásticas, ya que por diversos procedimientos técnicos permitía a cualquier persona, aunque no tuviese formación artística, captar imágenes del natural de una forma mucho más realista que cualquier pintura. La fotografía moderna comenzó con la construcción del daguerrotipo por Louis-Jacques-Mandé Daguerre, a partir de donde se fueron perfeccionando los procedimientos técnicos para su captación y reproducción. Pese a ser una realización puramente técnica, pronto se vislumbró la artisticidad de este nuevo medio, pues la obra resultante podía ser considerada artística en cuanto suponía la intervención de la creatividad de la persona que capta la imagen, derivada de la labor de percepción, diseño y narratividad efectuada en la toma de la imagen.                                                                  
 Su presencia fue esencial en revistas y periódicos, asumiendo los medios de comunicación de masas un papel preponderante en la cultura visual del siglo XX. Sin embargo, en el terreno del desnudo la fotografía encontró más trabas que en las artes tradicionales, donde era un tema frecuente y respetado por los medios académicos, principalmente por el realismo de sus imágenes, y por la connotación moral que suponía que una persona se desnudase para ser captada por la cámara. Esto llevó a la fotografía de desnudo a ser considerada meramente pornografía, y a ser relegada a circuitos clandestinos y convertirse en objeto de mercantilización. Prácticamente hasta el siglo XX no alcanzó la fotografía de desnudo un estatus de obra artística, especialmente gracias a numerosos creadores que la concibieron de forma estética y depurada de cualquier connotación sexual. 

 EL ARTE DE LA CREACIÓN                                                    
En la fotografía de desnudo es importante el proceso de composición e iluminación, así como de retoque, para conseguir los efectos deseados, ya que por ser un medio intrínsecamente realista capta el cuerpo humano con todas sus imperfecciones, hecho aceptado por algunos artistas pero soslayado por otros, que prefieren mostrar una imagen más perfeccionada, derivada de los cánones estéticos que el desnudo ha procurado al arte desde el idealismo del arte clásico.             Desde sus inicios la fotografía estuvo estrechamente relacionada con la pintura, y muchos artistas empezaron a inspirarse en fotografías para elaborar sus obras: así, Eugène Delacroix llegó a confesar en su Diario que habían tenido mucha utilidad para su obra unas fotografías de desnudos masculinos realizadas por Jules-Claude Ziegler. El pintor romántico se basaba muchas veces en fotos para estudiar los detalles de las obras que iba a realizar, afirmando que «luces y sombras cobran su verdadero sentido, y dan el grado exacto de firmeza y de blandura». En el impresionismo, numerosos artistas se basaron igualmente en la fotografía, como Edgar Degas, Camille Pissarro o Pierre-Auguste Renoir. Alfons Mucha, uno de los mejores diseñadores e ilustradores del modernismo, dedicado especialmente al cartelismo y las artes gráficas, se basó a menudo en la fotografía para muchas de sus composiciones, empleando una enorme cámara de fuelle, con la que obtenía imágenes que le servían para sus realizaciones artísticas.                      De forma recíproca, y en busca de una mayor artisticidad que otorgase categoría a sus obras, en la segunda mitad del siglo XIX muchos fotógrafos se basaron en técnicas artísticas para realizar muchas de sus composiciones, otorgando un cierto aire pictórico a sus obras, donde la composición y el juego de luces y sombras están inspirados en los grandes genios de la pintura. Por ello, esta corriente fue denominada fotografía academicista, con representantes como André Adolphe Eugène Disdéri, Émile Bayard, Eugène Durieu y Gaspard-Félix Tournachon.   Uno de los primeros fotógrafos en dedicarse con asiduidad al desnudo fue Félix-Jacques Moulin, quien en 1849 abrió una tienda en el barrio parisino de Montmartre y empezó a producir daguerrotipos de jóvenes señoritas en diversas poses. Sin embargo, en 1851 su trabajo fue confiscado, y fue sentenciado a un mes de prisión por el carácter «obsceno» de sus obras. Otro pionero del desnudo fotográfico fue Oscar Gustav Rejlander, que en 1857 realizó un trabajo alegórico titulado Los dos caminos de la vida, cuyo objetivo es ofrecer un mensaje moral al mostrar el mal a la izquierda y el bien a la derecha, de forma más luminosa y donde se hallan la virtud, el trabajo y las buenas costumbres; sin embargo, dado que la imagen muestra una parcial desnudez provocó un escándalo social, siendo acusado de emplear prostitutas como modelos.   Fuente: Wikipedia 


Jesús Morales Ruiz         
Artista Plástico 

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