JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO
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TOMÁS
GOLDING
El Maestro del Impresionismo
Carta Abierta
a Tomás Golding.
"En los últimos años se ha
contemplado el arte como una creación desprendida del hombre,
olvidándose así la fuente: el hombre. Tú, pintor pletórico, te desparramas en
corazón y colores. Contigo nadie cuestiona sobre realismo y sub-realismo. Tu temperamento
vital se da inmediatamente, y concibe su idea ante la creación divina. Tu
fuerza robusta es tan candorosa como tú, hombre profundo.
Tú me has probado que la
soledad intrínseca al acto de creación no debe reflejarse permanentemente en la
vida mundana: hasta cuando en noches largas
y días difíciles sólo los
lienzos reproducen la lucha con la forma y los colores… la bondadosa amistad
del colega comprensivo es entonces el portador exquisito de nuevos brotes.
…Que aspecto tan sencillo
tiene todo en ti. Los resultados no traicionan la lucha tiránica del pintor: de
la intranquilidad de los primeros estudios hasta la transcripción de la
concepción final. En verdad, por las pocas horas de felicidad frente al lienzo,
tenemos que pagar caro. Con el Arte no se juega. Es exigente hasta lo último.
Es una amada celosa.
De rodillas doy gracias a Dios
por haberme permitido ser pintor. En un mundo de vulgaridad, de lo material, de
indolencia, de intolerancia, puedo constituirme yo mi propio mundo y extender
mi mano en el espacio, donde quizás me pertenezca una pequeña estrella. En
espíritu estamos hombro con hombro cuando pintamos entusiasmados ante la
naturaleza, cada quien edificando su mundo, estrechados por lazos de respeto,
amor del uno para el otro. Tomás tú no eres solamente para mí el colega
altamente apreciado, sino también el símbolo de la amabilidad de los
venezolanos”.
Hans Jurgen Kallman
Artista Plástico – Crítico de
Arte
EL MAESTRO DEL IMPRESIONISMO.
Tomás
Lorenzo Golding nació el 10 de Agosto de 1909 en Caracas, y falleció en esta
misma ciudad en 1981, Artista Plástico, mejor
conocido como el maestro del impresionismo. Fue miembro fundador de la Escuela
de Caracas, una segunda generación
de artistas muy ligada a los miembros del Circulo de Bellas Artes, en la
mayoría de los casos prosiguió por esa vía, abriéndola a un más y
enriqueciéndola con distintos enfoques y matices, lo que hay de ellos de común
en su vocación paisajística, sobre todo, y el hecho de insistir en la iconografía
del Ávila y sus alrededores. Se interesó desde el primer momento por imprimir a
las formas del paisaje un mayor dinamismo, preocupado por el movimiento y la
luz, como si tuviese necesidad de animar los elementos del cuadro con un movimiento,
que descubrimos menos en la representación que en la existencia del color; seleccionando
con preferencia las gamas de verde y los tonos rojos y parduzcos que en el
cuadro dan la impresión de laderas y caminos agrestes y erosionados. Un empaste
nervioso da forma a la estructura del cuadro marcando los arabescos y remolinos
de las masa de vegetación, que una brisa continua agita, siguiendo un ritmo de
líneas ondulantes que dan al paisaje del maestro un aspecto muy característico,
y es estilísticamente hablando, el más barroco de los paisajes de la Escuela de
Caracas.
Realizó
exposiciones individuales en el Art Center de Nueva York (193)1; Club Central,
Caracas (1931); Club Venezuela (1938); MBA, (1938-1941-1953); Ateneo de Caracas
(1944) y Galería Acquavella (1966). En 1967 se llevó a cabo una muestra
antológica de su obra en el MBA. Obtuvo el Primer Premio del Concurso Pictórico
del Ateneo de Caracas (1944).
FORMACIÓN ACADEMICA.
Tomás
Golding, fue alumno del maestro Antonio Alcántara (1920). Estudio en la Academia de Bellas Artes de
Caracas (1920), donde egreso. Trabajó durante un tiempo al lado del maestro
Reverón en Macuto (1922); viaja a Nueva York y estudia en la Academia Cooper
Unión (1925-1931).
En
1931 regresa a Caracas, y se consagra a la pintura del paisaje venezolano;
pinta en compañía de los maestros Cruz Álvarez Sales y Humberto González.
En
la década de los años 30 trabajó en el litoral en una pintura puntillista, de
tonos blancos, influencia por la obra del maestro de la luz Armando Reverón.
A
esta etapa siguió un período vigoroso caracterizado por el barroquismo, y por
una temática inspirada en cerros y cañadas de Caracas.
A
partir de la década de los cuarenta el maestro Golding adquiere un estilo
propio, y pinta marinas y agrestes motivos de los valles del Tuy.
LA INSPIRACIÓN DEL ARTISTA.
“El
hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando piensa”.
Esta
frase consagrada por Renoir, es aplicable con sobrada propiedad al maestro
Golding: Él es un permanente soñador con la naturaleza patria, su amada
inseparable, que lleva íntimamente en su corazón y por ello no descansa en su
trabajo de trasladarla al lienzo para hacerla vivir eternamente, para hacerla
vibrar en el alma de los profanos.
En
cierta oportunidad el maestro dijo al referirse a determinados movimientos
pictóricos modernos “algunas de esas escuelas son la resultante de un mecanismo
intelectual, más que la emoción artística”, nadie mejor que el artista, en
quien el arte es congénito, puede medir y pesar con más delicadeza y precisión
el contenido espiritual del mismo arte. Nadie mejor que este insigne maestro,
consagrado a la naturaleza primera fuente del arte, puede juzgar con equidad
las inagotables proyecciones del arte sobre el espíritu.
Tomás
Golding, enamorado del arte y de su patria, recorre toda Venezuela, con su
incansable peregrinación de alondra sin reparar en las penalidades que imponen
nuestros polvorientos caminos…, para recoger y describir los brotes de nuestra
exuberante belleza tropical.
EL MAESTRO DE MAESTROS.
El
maestro Tomás Golding, mantuvo contacto con varios artistas, que lo acompañaron
durante muchos años a pintar, entre ellos: Gustavo de Lima y Jesús Morales
Ruiz (1976-1979), de quien adquirió
muchos conocimientos de este insigne
maestro, quien escribiera el texto del catálogo de la exposición
individual “Morales Ruiz” inaugurada en la Galería Aurora en Caracas, el 16 de
febrero de 1979.
APROXIMACIÓN A SU OBRA.
Muy
temprano el maestro Golding encontró y precisó con maestría asombrosa la
expresión gráfica de su concepción pictórica. La fuerza de expresión íntima,
bien definida, le arma para manejar un lenguaje propio, que a la vez que afina
su temperamento, consolida en él un estilo inconfundible, el cual con el
transcurrir del tiempo, depura y perfecciona, sin perder la ortodoxia de su
personalidad; hace gala en el paisaje un excelente espíritu, en que los colores
del espectro solar salen a reducir en su debida oportunidad, según lo reclama
la atmosfera cambiante y voluble que aprecia el artista, no como un simple
atributo de su obra sino como objeto esencial.
Tomás
Golding ha introducido nuevos elementos en la técnica y tratamiento del
paisaje, es uno de los coloristas de la naturaleza que más contacto ha
mantenido con esta fuente primera de inspiración del impresionismo, creación
del más calificado artista de todos los tiempos.
Jesús
Morales Ruiz
Artista plástico
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