JESÚS MORALES RUIZ –
ARTISTA PLÁSTICO
MANUEL
ESPINOZA
El
Maestro de la Reflexión
RITUAL DE CREACIÓN.
“La pintura es extraña y difícil. Un
“La pintura es extraña y difícil. Un
proceso que solo puede ser asumido
como un acto sacramental, un ritual
de creación (y muchas veces
destrucción) permanente. La pintura
es un despliegue de una pasión
continua de la cual no será posible
desprenderse cuando entra en
posesión de nuestras almas y así la
vive Manuel Espinoza. No son
frecuentes entregas como la suya, de
tal penetración y profundidad: en él, la
reflexión se conjuga con los estados
más primarios y orgánicos del espíritu…”
Sofía Ímber
Periodista y Crítica de Arte
EL MAESTRO DE LA REFLEXIÓN.
Manuel Espinoza, nació el 1 de Enero de 1937, en San José de Guaribe (Edo. Guárico), Artista polifacético (pintor, dibujante, docente, critico de arte, gerente cultural, activista político, etc), en su obra la presencia de la naturaleza no consiste en la simple representación de u paisaje; por el contrario, el trabajo se aleja de tal clasificación y la naturaleza adviene como esfuerzo filosófico, y espiritual; en un estado de animo, un recuerdo, una forma de vida. No es una obra para ser mirada por partes, sino para ser captada en su conjunto. Él propio artista dice: “Es una estructura que adquiere después su significación de atmósfera, de unidad. Mis cuadros no tienen una intención descriptiva sino expresiva. Son imágenes significativas esenciales, que expresan una realidad subyacente. Lo que el cuadro va a ser, nace en una zona en un dominio, en un área que es absolutamente impenetrable y es donde surge la situación anímica que se transforma en imágenes, pero es en el cuadro donde se resuelven los conflictos.
Manuel Espinoza, nació el 1 de Enero de 1937, en San José de Guaribe (Edo. Guárico), Artista polifacético (pintor, dibujante, docente, critico de arte, gerente cultural, activista político, etc), en su obra la presencia de la naturaleza no consiste en la simple representación de u paisaje; por el contrario, el trabajo se aleja de tal clasificación y la naturaleza adviene como esfuerzo filosófico, y espiritual; en un estado de animo, un recuerdo, una forma de vida. No es una obra para ser mirada por partes, sino para ser captada en su conjunto. Él propio artista dice: “Es una estructura que adquiere después su significación de atmósfera, de unidad. Mis cuadros no tienen una intención descriptiva sino expresiva. Son imágenes significativas esenciales, que expresan una realidad subyacente. Lo que el cuadro va a ser, nace en una zona en un dominio, en un área que es absolutamente impenetrable y es donde surge la situación anímica que se transforma en imágenes, pero es en el cuadro donde se resuelven los conflictos.
A lo largo de su carrera profesional el maestro Espinoza ha recibido
premios y reconocimientos entre los que se destacan: Premio Club de Leones, Salón
Michelena, Valencia (1954); Premio Bernardo Dolante, Asociación Venezolana de
Periodista (1955); Segundo y Primer Premio, Salón D’Empaire, Maracaibo
(1956-1959); Premio Andrés Pérez Mujica, Salón Michelena, Valencia (1965);
Premio Emilio Boggio, Salón Julio T. Arze, Barquisimeto (1965); Premio Enrique
Otero Vizcarrondo, Salón Oficial Anual de arte Venezolano (1966); Premio
Federico Brandt, Salón Oficial (1967); Premio de Investigación Marcos castillo, otorgado por la oficina
Central de Investigación (1968); Orden Andrés Bello en su Primera Clase (1979);
Orden al Merito en el Trabajo en su Primera Clase (1980); Premio nacional de
Artes Plásticas (1987); Premio
Asociación Internacional de Críticos de Arte (Aica), Capitulo Venezuela en la
categoría maestro (1987); entre otros.
SUS ORIGENES.
Sus padres Don Rafael Characo “El Renco”, cazador de tigres, amansador de caballos y Doña Virginia Espinoza Guazz, de espíritu férreo y ecuánime, sentido de independencia, de esa unión nació Manuel quien no conoció a su padre sino hasta los catorce años.
Sus padres Don Rafael Characo “El Renco”, cazador de tigres, amansador de caballos y Doña Virginia Espinoza Guazz, de espíritu férreo y ecuánime, sentido de independencia, de esa unión nació Manuel quien no conoció a su padre sino hasta los catorce años.
Su infancia transcurre en San José de Guaribe, donde la naturaleza se expresa con violentas eclosiones, por grandes
inundaciones y sequias.
En 1940 recibe sus primeras clases que daba el maestro González debajo
de un cotoperi.
En 1945 Manuel es enviado a Caracas a la casa de su tía Lucrecia Mesa
con el propósito de ampliar sus horizontes y su primo Salomón Mesa, líder de
Acción Democrática, dirigente sindical, fue quien le dio su primera formación.
En 1948 su familia tuvo que dispersarse por razones políticas y Manuel
comenzó su vida de éxodos y separaciones. Construye con unos amigos su primera
casa en un barrio de Catia, donde vivió con su mama y su hermano Ramón.
En 1950 se muda a Villa de Cura donde permanece hasta 1953.
Jesús Morales Ruiz
Artista Plástico
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