sábado, 4 de mayo de 2013

Fidel Santamaria - El Maestro del Dibujo



 JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO  
 moralesruizjesusrafael@gmail.com
                                             
                                                                       
FIDEL SANTAMARÍA
“El Maestro del Dibujo”

LA INTIMIDAD DEL MODELO.
El maestro Santamaría define su pintura de la siguiente manera: “Mi pintura no es realista; el realismo es otra cosa, tiene otros propósitos que los que yo tengo.
El realismo pretende la representación minuciosa de los objetos naturales bajo las apariencias más convincentes y sin olvidar ninguno de los rasgos caracterizadores, de modo que a la pintura no le falta nada que haya en el modelo.
Mientras que yo me acerco a la realidad buscando  en ella una motivación más que un original que repetir…pero no me someto ceñidamente a lo que veo; a menudo modifico y corrijo el modelo conforme a una necesidad interior; tratando de adentrarme en la intimidad del modelo –particularmente cuando es un ser vivo, una persona-, lo cual significa que mi realismo, mi supuesto realismo, brota siempre teñido de subjetividad entonado por estados personales de ánimo…”.
                                                                   
Fidel Santamaría                                                                                                                                                                          

EL MAESTRO DEL DIBUJO.                                                                
Fidel Santamaría nació el 23 de Octubre de 1918 en Mar de Plata, Argentina, y muere en la misma ciudad en 1999. Artista Plástico (Pintor, Dibujante, Retratista), Docente y Restaurador de obras de Arte.  Él concibe la pintura como el resultado de una mirada tendida al Universo sensible, pero una mirada ordenadora e interpretativa de lo que cada situación significa. Familiarizado con las técnicas clásicas de los grandes maestros de la pintura, fue elaborando su propio lenguaje hasta dominar una técnica y crear un estilo propio. Ha contribuido al desarrollo de la pintura en Venezuela, formando parte de su historia.
Santamaría a lo largo de su carrera artística ha recibido, premios y reconocimientos entre los que se encuentran: Premio Estimulo, Salón de Artes Plásticas de Mar de Plata (1934); Premio Municipal de General Pueyrredón (1935); Medalla de Oro, IV Salón Mar Platense de Artes Plásticas (1936); Medalla de Oro, XXXI Salón Nacional (1941); Premio Mitre, Escuela Superior de Bellas Artes de Buenos Aires (1943); Premio Mar de Plata (1960); Premio XX Salón de Mar del Plata (1961), entre otros.


ESTUDIOS  ACADÉMICOS.
Desde muy niño, Santamaría mostro interés por el dibujo y la pintura. Se inscribe en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova  de Buenos Aires (1938 – 1942), donde gana el Premio Mitre que se otorga al mejor alumno de su promoción, y obtiene el título de Profesor. Trabaja como aprendiz en el taller del maestro español Vicente Puig, quien lo deja encargado de su taller después de su muerte.
Santamaría tuvo una formación clásica; su primer maestro en el dibujo fue el escultor italiano Rafael Rodogna, autor de numerosas obras monumentales de gran  importancia, quien le enseño todo en cuanto a la línea es capaz de sugerir y expresar, cimientos de un dibujo intachable. Posteriormente estudió con los maestros: Cesáreo Bernardo de Quirós, Alfredo Guido, Enrique de Larrañaga, Pio Callavadino, de quienes aprende todos los aspectos del arte de la Pintura; siempre en una dirección realista y académica.
Santamaría sabía muy bien que una buena pintura no puede concebirse ni llevarse a efecto sino desde los cimientos de un dibujo intachable.

CONTRASTE  SIMULTÁNEO.
A pesar de que el maestro Santamaría, recibió una formación académica tradicional, él se inclina resueltamente por las fórmulas impresionistas, empleando con gran maestría  el contraste simultaneo que se singulariza con estas dos características: colorido brillante, de tintes claros y cálidos con aceptación de contrastes, y armonías impresionistas, y pinceladas sueltas, que deja sobre el lienzo una huella enérgica y vivaz.
El contraste simultáneo, fue empleado por el maestro Leonardo Davinci, en su famoso tratado de la pintura, en que la ciencia y la poesía unen sus efectos, pero sin gran auxilio para el pintor actual, que enuncia algunas verdades inmortales: “No es necesario marcar el perfil de un  cuerpo al que otro sirve de campo; debe al contrario, destacarse de éste por si solo”.
“Un cuerpo blanco y redondo sobre otro cuerpo blanco tendrá su contorno oscuro, y tendrá su parte menos clara que las que están iluminadas. Si este contorno está sobre el campo oscuro, parecerá más claro que cualquier otro lugar iluminado”.
“Un objeto parecerá alejado y destacado de otro, según tenga un campo más alejado de su color”.
Estas reacciones sobre cuerpos obscuros y sobre cuerpos claros han interesado en todos los tiempos a los pintores: primero en el terreno de la plástica pura, de los planos que se separan unos de otros, empujando en cierto modo, hacia adelante los más oscuros a los más claros; luego en el terreno del color, en que los tonos complementarios, se intensifican mutuamente. Al utilizar en forma sistemática este fenómeno, los pintores han llegado a sugerir la profundidad, a la vez que superponían verticalmente los elementos de sus paisajes.
Así, esa profundidad que siempre ha sido la obsesión de los pintores, encuentra en el empleo de los “contrastes simultáneos”  su técnica esencial.
En el siglo XX esta técnica la emplearon  los maestros venezolanos entre ellos: Armando Reverón, Luis Alfredo López Méndez y el maestro Fidel Santamaría.

VIAJE A VENEZUELA.
 A comienzo de los años 70 el maestro Fidel Santamaría viaja a Venezuela (debido a la gran recesión económica de su país), donde fija su residencia.
Conoce al maestro Luis Alfredo López Méndez, quien le brinda su amistad incondicional, y juntos abren una academia de pintura “Academia Santamaría” (1973 – 1980), entre sus alumnos estaban los artistas: Doris Ramos, Luis Alfredo Suárez y Margot Guzmán.
El hallazgo del trópico, hace que Santamaría, descubra su luz característica.
A principio de los años 80  acompañaba y era el gran promotor de las reuniones que hacia  López Méndez, con un grupo de artistas, entre los que se encontraban: Nicolás Piquer, Mario Cicerón, Carlos Hernández Guerra, Luis Alfredo Suárez, Eduardo Rey, Theo Mora  y Jesús Morales Ruiz. Este grupo de artistas se reunían los días jueves de cada semana, en un apartamento ubicado en la Urb. La Castellana, para compartir fraternalmente, donde se conversaba, se hacían sesiones de dibujo, y se preparaban ricas comidas. Además de los artistas antes mencionados se encontraban las modelos. y la Dra. Gigliola D’Andrea.  
Ese mismo año el Artista Plástico Jesús Morales Ruiz, establece una gran amistad con el maestro Santamaría, quien le enseña en su taller, los secretos del dibujo y la pintura (1980 -1984), y le escribe el texto del catálogo de la exposición individual “Volver a Ver”, inaugurada en la Sala del Banco Central de Maracaibo (1983).
Santamaría viaja a Margarita, donde pasa largas temporadas pintando. En los temas marinos emplea toda la gama de los rojos y amarillos para las luces, con el blanco puro en los brillos máximos y azules y violetas para las sombras que producen efectos de irresistible luminosidad. Además de sus marinas, pinta flores, desnudos, figuras  y retratos ; sin embargo es un retratista nato, con seguros trazos hechos con celeridad de segundos y  los rasgos del modelo pasan al lienzo con la máxima impresión de vida. Sobre la importancia que tiene el retrato en la obra de Santamaría, ha dicho la critica: “la culminación de su arte la encontramos en el retrato, que Santamaría ejecuta con una extraordinaria firmeza en el trazo, con soberbio colorido, sin excesos, y con un impacto psicológico en la expresión, que define la personalidad del retratado con clara elocuencia”.
El maestro López Méndez,  escribe sobre su pintura: “En este goce puro, profundo y sencillo de llevar a la tela la visión esplendorosa de una mujer desnuda, de un paisaje costeño o de una naturaleza muerta. Fidel Santamaría es un maestro…un artista que conoce su oficio y lo conoce a fondo”
                                                                                                                                                   
Jesús Morales Ruiz                                                                                    
Artista Plástico

2 comentarios:

  1. Yo fui su modelo cuando tenia 18 anios, me habia hecho un hermoso retrato en oleo, con una blusa color celeste turquesa creo. Me gustaria saber si ese cuadro todavia existe

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