miércoles, 8 de mayo de 2013

Cesar Prieto - El Maestro de la Vibración Luminosa



JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTIC O


CÉSAR PRIETO
El Maestro de la Vibración Luminosa
                                                      

NUESTRA  NATURALEZA.
 "Prieto era seguramente, de nosotros, el más antiguo que conoció la  vieja Academia, sin embargo había evolucionado en cierto modo en forma paralela y muy cercana a la que se mantuvieron en Caracas. Había aprendido a ver nuestra naturaleza, a sentir con plena deleitación el canto de nuestra luz en torno a los elementos del paisaje, la melancólica poesía de nuestros pueblos, con  sus calles solitarias y llenas de sol y la extraordinaria transparencia de nuestra atmósfera”.
                                                                                                  
Enrique Planchart          
Crítico de Arte              

EL MAESTRO DE LA VIBRACIÓN LUMINOSA.
César Prieto nació el 28 de noviembre de 1882 en Santa María de Ipire (Edo. Guárico), y muere el 17 de febrero de 1976 en Caracas, a la edad de 94 años.
Artista Plástico, fascinado siempre por la provincia, en su prolongada y humilde trashumancia por el país, fue dejando imágenes de una fresca sensibilidad, con lo cual logró sintetizar tres vertientes: la exploración y expresión intuitiva de la luz mediante un neo-impresionismo (cuyo parentesco con el puntillismo de Seurat es fácilmente reconocible); la capacidad de conferirle una mayor estructura a la imagen, utilizando para ello el recurso arquitectónicos de calles, plazas y edificios; y  la percepción enamorada del entorno provincial.  Prieto poseía una sensibilidad  que le permitió descubrir espontáneamente una técnica puntillista y un estilo de exacta adecuación a los valores y armonías que se observan en el paisaje luminoso; se anticipó al maestro Armando Reverón, en el problema de la vibración luminosa de la materia aplicada a la composición de cuadros de atmósferas completamente blancas, en la que el color está fragmentado y potencialmente dado en estado puro. Es el pintor de la luz intangible y corpórea simultáneamente, capaz de hacernos sentir el cuadro con movimiento. Es un virtuoso de los blancos y sus oposiciones conjugadas, en el extremo de las sombras violetas que lentamente entablaban una lucha con el principio contrario de la luminosidad siempre naciente. 
En 1950 César Prieto, mejor conocido como el maestro de la Vibración Luminosa recibe el Premio Nacional de Pintura.

LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES.
César Prieto realizó sus primeros estudios en la Academia de Bellas Artes (sin recursos ni ayuda para estudiar), dirigido por el pintor Emilio Maury. Allí establece una gran amistad con el maestro Federico Brand, quien ejerció una  gran influencia  sobre él. Compartió con los miembros del Círculo de Bellas Artes (1912) las mismas inquietudes, pero aislado de toda publicidad. Sus compañeros le decían el “Cometa”. Participó en varias exposiciones y en casi todos los salones oficiales.  Fue Profesor de dibujo en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas.
En 1950 viajó a Europa.
El maestro Prieto se inclinó por una vida de silencio  y de retiros y ocultamientos, así mismo se dedicó a  recorrer el país, en especial su tierra nativa.

LA LUZ COMO ESTRUCTURA DEL PAISAJE.
El maestro Juan Calzadilla, Crítico de Arte, escribió en su libro Compendio Visual de Las Artes Plásticas: “A despecho de una especie de condena que pesa sobre él, César Prieto será recordado como uno de los artistas más completos del Círculo de Bellas Artes y como un paisajista innato…Su aspecto de hombre provinciano y rudo, que recordaba la figura de un llanero de Páez, concuerda en todo con el carácter aparentemente primitivo y rústico de su arte…Prieto se muestra por eso como un alumno de la naturaleza y esto lo dotó de un raro espíritu de observación, que ejercita a diario mientras trabaja del natural, y que lo lleva a traducir la realidad a un paisaje constructivo y luminoso.
Pero este hombre despectivo y huraño…se nos revela en su pintura como un intuitivo genial.
Cesar Prieto, el llanero, el artista de la vida más anónima, Cesar Prieto el trashumante, el “Cometa”, como le decían sus compañeros, murió silenciosamente, en la misma forma en que se había dado a conocer en la vieja Academia, en Caracas”.

APROXIMACIÓN A SU OBRA.
El maestro César Prieto, fue un paisajista, su obra la realizó dentro de la mayor discreción y humildad personal; su pintura es sencilla y agradable, la que nos produce el placer de su contemplación y su belleza de calidad en sus logradas armonías, y en una expresión que nos comunica un apreciable sentimiento de plenitud. Tuvo la capacidad para conferirle una mayor estructura a la imagen, utilizando para ello el recurso de los elementos arquitectónicos de calles, plazas y edificios. Su trayectoria en cuanto a trabajos realizados es extensa.
Prieto  parecía haber oído el consejo del pintor Corot: “Que solo el sentimiento os guíe…vale más no ser nada que eco de otros pintores. En la naturaleza, buscad primero la forma; luego los valores o la relación de tonos, el color y la ejecución; y el todo sometido al sentimiento que hayáis  experimentado”.
Esa necesidad de ofrecer la imagen del País para reconocerse y afirmarse uno  y por ella, no excluye de ningún modo la interpretación de la Naturaleza e incluso su reconstrucción iconográfica según pautas y urgencias expresivas más intimas y subjetivas – siempre que se permanezca fiel al sentido nacional como vivencia e innovación, de acuerdo a los postulados modernistas.
El Historiador y Crítico de Arte Don Alfredo Bulton escribió un texto sobre la obra de César Prieto: “Su obra es cada día más fresca, más actual, más admirable y más nuestra, en el mejor sentido que este pronombre posesivo tiene. Es nuestra manera de mirar de frente a la luz de mirar nuestro paisaje, nuestras casas, nuestras aledaños: nuestra tierra” 
  
Jesús Morales Ruiz
 Artista Plástico



No hay comentarios:

Publicar un comentario