JESÚS
MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTIC O
moralesruizjesusrafael@gmail.com Tlf: 0416-7992002
ARMANDO BARRIOS
“El Maestro de la Abstracción Geométrica”
ESPACIO Y
TIEMPO.
"Enigmas... ¡Esta luz que
canta.
Este resplandor que ilumina
Realidades y sueños.
Instantes conjugables.
Enigmas… ¡este silencio
trascendido,
Estos modos de mirar espacio y
tiempo,
Colmo y vacío de la virtud
De sus impenetrables vísperas.
Enigmas… ¡porque el tiempo
tiene forma
Y la luz tiene tiempo para
llamarse color,
Claroscuro”.
Reina
Rivas (1978)
EL MAESTRO DE LA ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA.
Armando
Barrios nació el 21 de Agosto de 1920 en Caracas y muere el 2 de Diciembre de 1999 en la misma
ciudad. Artista plástico virtuoso del color, su lenguaje plástico aparece
regido por ciertas leyes del ritmo, por la búsqueda de un equilibrio interno de
la forma y en el contenido por una identidad análoga, gracias a la cual los
temas quedan restringidos a un repertorio casi familiar de formas y figuras donde importa la intensidad del sentimiento;
es el mundo de la intimidad, del reposo y la contemplación, en el que las
tensiones lineales de la composición se neutralizan en la interioridad
contemplativa en que se sume la figura, rodeada del brillo y la opacidad de los
colores intensos, para que esas figuras
surjan sobre una estructura de vitral a la que el trazo
geométrico de formas y contornos presenta un aire místico. Atmósferas elementos
que, en rigor, pueden ser asociadas por su efecto, a una cierta notación de
carácter musical.
A
lo largo de se carrera profesional el maestro Barrios recibió Premios y Reconocimientos
entre los que se encuentran: Primera Mención Honorifica, III Salón Oficial
(1942); Premio José Loreto Arismendi, VI Salón Oficial (1945); Premio Jonh
Bolton, VII Salón Oficial (1946); Premio Arturo Michelena, Salón de Arte, Valencia
(1947); Tercer Premio, I Salón Planchart (1948); Premio John Boulton, XV Salón
Oficial (1954); Premio Antonio E. Frías, XVII Salón Oficial de Arte Venezolano
(1957); Premio Nacional de Artes Plásticas (1957); Premio Armando Reverón, XXII
Salón Oficial (1961); Orden Andrés Bello (1961), entre otros.
CRONOLOGÍA DEL MAESTRO.
El maestro Armando Barrios estudió en la Academia de Bellas Artes
de Caracas (1932-1937),
esta Institución fue reformada y en 1936
cambió su nombre por el de Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de
Caracas. Antonio Edmundo Monsanto y otros destacados pintores de la generación
del Círculo de Bellas Artes fueron llamados para dirigirla e integrar su
personal docente. Recibió influencias de
sus profesores: Rafael Monasterios, Marcos Castillo, Luis Antonio López Méndez,
Pedro Ángel González, entre otros, y de los impresionistas y cubistas. Se
inscribe en la Escuela Superior de Música de Caracas.
Su
pintura a través de los años se caracterizó también, por las influencias de la
música: de música del ritmo, de las tonalidades, del timbre y las líneas
contrapuntísticas. Realizó su primera exposición individual en el Museo de Bellas
Artes de Caracas (1945), donde Juan Röhl escribió: “De clasificar a Barrios como
artista, debemos colocar entre los pintores “coloristas”…En La excepcional
riqueza de su paleta y que sabe manejar con vigor y seguridad, sin titubeos ni
timideces, de su conocimiento de la gama de valores cromáticos y de los
brillantes efectos que logra gracias a hábiles contrastes complementarios”.
El
maestro Barrios trabaja intensamente e inicia la búsqueda de los fenómenos luminosos e investiga las
relaciones entre la luz, el color, el espacio y el ritmo. A partir de 1947, éste
último empieza a ser elemento esencial en sus obras. Bailarinas, músicos
figuras en movimiento o estáticas son entrelazadas por líneas continuas y
colores íntimamente relacionados con esa intención dinámico-rítmica que va a
caracterizar sus pinturas en lo sucesivo. Realizó la segunda exposición individual en el Museo de Bellas Artes de
Caracas (1948). Juan Liscano escribió en El Nacional: “A través de su inquietud
por el claro oscuro, Barrios se asoma a profundas realidades y logra cuanto
plantea con valor el problema, sus mejores obras plásticas”.
En
1949 Barrios viaja a Europa y después de un recorrido por varios países, se
instala en Paris y frecuenta los cursos libres de la Academia La Grande Chamiere. Poco a poco va
abandonando su dependencia del rigor del dibujo. Empieza a desaparecer
en sus pinturas los trazos de la figura humana, y tiende abiertamente hacia el
abstraccionismo, estilo que lo impresiona notablemente desde su llegada a
Paris. Asiste asiduamente al taller de arte abstracto que dirigen sus amigos
los artistas Jean Dewasng y Edgart Pivet.
GRUPO LOS DISIDENTES
En
1951 expone individualmente en la Galería de France, en París, y participa en el VI Salón Des
Realtés Nouvelles de Paris. Sus obras resueltamente abstracta, van pasando de
un lirismo inicial al abstraccionismo geométrico, donde el color intenso, los planos y formas
netamente definidas y enlazados por secuencias rítmicas, son las
características primordiales.
En
1951 regresa a Caracas donde realizó su
tercera exposición individual en el Museo de Bellas Artes.
En
1952 el arquitecto Carlos Raúl Villanueva le encarga varias obras murales para
la Ciudad Universitaria de Caracas.
En
1959 el maestro Barrios empezó a cultivar un abstraccionismo menos geométrico.
Los cambios con el uso de los planos de color son evidentes, matices cromáticos mezclados en sus intenciones colorísticas le
dan a su abstraccionismo una variedad distinta
y lo encaminan hacia planteamientos y soluciones más líricas y libres. Sus nuevas búsquedas lo van llevando
lentamente a la reincorporación de la figura humana como punto de partida de
sus obras. A pesar
de
que su pintura sigue siendo abstracta, puede definirse en ella esta base
figurativa. La figura estilizada al máximo, la intención rítmica se acentúa
cada vez
más
y el dibujo tiende a incorporarse con la misma significación e interés del
color y la luz.
En
1956 viaja a Paris para exponer individualmente en la Galería Sain Agustín. El
crítico de arte Gaston Dieehl , escribió: “Los estrictos límites que se impone,
no le impiden para nada el poder actuar con una entera libertad y poder pasar a
una sabia descomposición de las apariencias de un ágil esquematismo abstracto,
para
volver
después de un tiempo, a una organización estructural donde los seres y las
cosas han reencontrado en modo normal, su evocadora silueta.
A
su regreso a Caracas es nombrado Director del Museo de Bellas Artes (1956-1958)
donde trabajo intensamente en la restructuración del mismo.
En
1958 viaja a Roma donde se instala. Participa en la XXX Bienal de Venecia
(1960).
En
1961 regresa a Caracas, realiza su cuarta exposición individual en el Museo de
Bellas Artes de Caracas.
En
1971 viaja a Nueva York, donde trabajó intensamente en nuevas búsquedas
plásticas, realizando una serie de obras bajo el titulo de “Vivenciales”. Son óleos
sobre papel y tela, en los cuales predomina el color negro y tierra. Dibujo y color forman una unidad
inseparable, caracterizada por una
extrema libertad en cuanto al entendimiento de la figura humana y las
relaciones entre las formas y el espacio.
AROXIMACIÓN A SU OBRA.
El
maestro Armando Barrios, al retomar la figuración en 1954, no necesitó
introducir cambios radicales en su lenguaje plástico, solo necesitó proyectarlo
a una esfera íntima. La búsqueda de una síntesis esencial entre la forma
organizada estilizada, hasta reducirla a un juego de ritmo lineal esquemático y
el color plano decorativo. Forma y fondo dejan de ser así dos realidades superpuestas,
para convertirse en una sola estructura plástica donde las partes se fusionan y
cada una conserva la misma importancia, resultando una perspectiva ambigua
donde atmósfera y figura alternan, se confunden recíprocamente en la trama. En
este mundo de tensiones quietas que invitan al reposo, dominan los colores
fríos, expresión de un sentimiento nostálgico, de una melancolía, la figura
resulta obligatoria, como principio y fin de la organización formal y como
contenido. Personajes distendidos a los que busca un arabesco para ser revelado
en sus posturas, mujeres que sencillamente reposan en ese ambiente sacralizado
del objeto, músicos, coros, diálogos muy silenciosos, sobre planos lisos de
factura apastelada.
Es
a partir de 1967 cuando la tendencia a la síntesis alcanza en el maestro
Barrios un grado de mayor abstracción,
la figura surge ahora menos del entrecruzamiento de líneas que del plano de
color que impone en el cuadro. La
pintura deviene más espacial en transparencia y claridad, como quien desde el
fondo del claro oscuro, gana el aire libre.
Jesús
Morales Ruiz
Artista Plástico
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