domingo, 5 de mayo de 2013

Armando Barrios - El Maestro de la Abstracción Geométrica



JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTIC O


ARMANDO BARRIOS
“El Maestro de la Abstracción Geométrica”
                                          

ESPACIO Y TIEMPO.
"Enigmas... ¡Esta luz que canta.
Este resplandor que ilumina
Realidades y sueños.
Instantes conjugables.
Enigmas… ¡este silencio trascendido,
Estos modos de mirar espacio y tiempo,
Colmo y vacío de la virtud
De sus impenetrables vísperas.
Enigmas… ¡porque el tiempo tiene forma
Y la luz tiene tiempo para llamarse color,
Claroscuro”.                                                                                       
Reina Rivas (1978)              

EL MAESTRO DE LA ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA.
Armando Barrios nació el 21 de Agosto de 1920 en Caracas  y muere el 2 de Diciembre de 1999 en la misma ciudad. Artista plástico virtuoso del color, su lenguaje plástico aparece regido por ciertas leyes del ritmo, por la búsqueda de un equilibrio interno de la forma y en el contenido por una identidad análoga, gracias a la cual los temas quedan restringidos a un repertorio casi familiar de formas y figuras  donde importa la intensidad del sentimiento; es el mundo de la intimidad, del reposo y la contemplación, en el que las tensiones lineales de la composición se neutralizan en la interioridad contemplativa en que se sume la figura, rodeada del brillo y la opacidad de los colores intensos, para  que esas figuras surjan  sobre  una estructura de vitral a la que el trazo geométrico de formas y contornos presenta un aire místico. Atmósferas elementos que, en rigor, pueden ser asociadas por su efecto, a una cierta notación de carácter musical.
A lo largo de se carrera profesional el maestro Barrios recibió Premios y Reconocimientos entre los que se encuentran: Primera Mención Honorifica, III Salón Oficial (1942); Premio José Loreto Arismendi, VI Salón Oficial (1945); Premio Jonh Bolton, VII Salón Oficial (1946); Premio Arturo Michelena, Salón de Arte, Valencia (1947); Tercer Premio, I Salón Planchart (1948); Premio John Boulton, XV Salón Oficial (1954); Premio Antonio E. Frías, XVII Salón Oficial de Arte Venezolano (1957); Premio Nacional de Artes Plásticas (1957); Premio Armando Reverón, XXII Salón Oficial (1961); Orden Andrés Bello (1961), entre otros.

CRONOLOGÍA DEL MAESTRO.                                                              
El maestro Armando Barrios estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas (1932-1937), esta  Institución fue reformada y en 1936 cambió su nombre por el de Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas. Antonio Edmundo Monsanto y otros destacados pintores de la generación del Círculo de Bellas Artes fueron llamados para dirigirla e integrar su personal docente.  Recibió influencias de sus profesores: Rafael Monasterios, Marcos Castillo, Luis Antonio López Méndez, Pedro Ángel González, entre otros, y de los impresionistas y cubistas. Se inscribe en la Escuela Superior de Música de Caracas.
Su pintura a través de los años se caracterizó también, por las influencias de la música: de música del ritmo, de las tonalidades, del timbre y las líneas contrapuntísticas. Realizó su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas (1945), donde Juan Röhl  escribió: “De clasificar a Barrios como artista, debemos colocar entre los pintores “coloristas”…En La excepcional riqueza de su paleta y que sabe manejar con vigor y seguridad, sin titubeos ni timideces, de su conocimiento de la gama de valores cromáticos y de los brillantes efectos que logra gracias a hábiles contrastes complementarios”.
El maestro Barrios trabaja intensamente e inicia la búsqueda  de los fenómenos luminosos e investiga las relaciones entre la luz, el color, el espacio y el ritmo. A partir de 1947, éste último empieza a ser elemento esencial en sus obras. Bailarinas, músicos figuras en movimiento o estáticas son entrelazadas por líneas continuas y colores íntimamente relacionados con esa intención dinámico-rítmica que va a caracterizar sus pinturas en lo sucesivo. Realizó la segunda exposición  individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas (1948). Juan Liscano escribió en El Nacional: “A través de su inquietud por el claro oscuro, Barrios se asoma a profundas realidades y logra cuanto plantea con valor el problema, sus mejores obras plásticas”.
En 1949 Barrios viaja a Europa y después de un recorrido por varios países, se instala en Paris y frecuenta los cursos libres de  la Academia La Grande Chamiere. Poco a poco  va  abandonando su dependencia del rigor del dibujo. Empieza a desaparecer en sus pinturas los trazos de la figura humana, y tiende abiertamente hacia el abstraccionismo, estilo que lo impresiona notablemente desde su llegada a Paris. Asiste asiduamente al taller de arte abstracto que dirigen sus amigos los artistas Jean Dewasng y Edgart Pivet.

GRUPO LOS DISIDENTES
En 1951 expone individualmente en la Galería de France,  en París, y participa en el VI Salón Des Realtés Nouvelles de Paris. Sus obras resueltamente abstracta, van pasando de un lirismo inicial al abstraccionismo geométrico,  donde el color intenso, los planos y formas netamente definidas y enlazados por secuencias rítmicas, son las características primordiales.
En 1951 regresa a Caracas  donde realizó su tercera exposición individual en el Museo de Bellas Artes.
En 1952 el arquitecto Carlos Raúl Villanueva le encarga varias obras murales para la Ciudad Universitaria de Caracas.
En 1959 el maestro Barrios empezó a cultivar un abstraccionismo menos geométrico. Los cambios con el uso de los planos de color son  evidentes, matices cromáticos  mezclados en sus intenciones colorísticas le dan a su abstraccionismo una variedad distinta  y lo encaminan hacia planteamientos y soluciones más líricas y  libres. Sus nuevas búsquedas lo van llevando lentamente a la reincorporación de la figura humana como punto de partida de sus obras. A pesar
de que su pintura sigue siendo abstracta, puede definirse en ella esta base figurativa. La figura estilizada al máximo, la intención rítmica se acentúa cada vez
más y el dibujo tiende a incorporarse con la misma significación e interés del color y la luz.
En 1956 viaja a Paris para exponer individualmente en la Galería Sain Agustín. El crítico de arte Gaston Dieehl , escribió: “Los estrictos límites que se impone, no le impiden para nada el poder actuar con una entera libertad y poder pasar a una sabia descomposición de las apariencias de un ágil esquematismo abstracto, para


volver después de un tiempo, a una organización estructural donde los seres y las cosas han reencontrado en modo normal, su evocadora silueta.
A su regreso a Caracas es nombrado Director del Museo de Bellas Artes (1956-1958) donde trabajo intensamente en la restructuración del mismo.
En 1958 viaja a Roma donde se instala. Participa en la XXX Bienal de Venecia (1960).
En 1961 regresa a Caracas, realiza su cuarta exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas.
En 1971 viaja a Nueva York, donde trabajó intensamente en nuevas búsquedas plásticas, realizando una serie de obras bajo el titulo de “Vivenciales”. Son óleos sobre papel y tela, en los cuales predomina el color negro y  tierra. Dibujo y color forman una unidad inseparable,  caracterizada por una extrema libertad en cuanto al entendimiento de la figura humana y las relaciones entre las formas y el espacio.

AROXIMACIÓN A SU OBRA.  
El maestro Armando Barrios, al retomar la figuración en 1954, no necesitó introducir cambios radicales en su lenguaje plástico, solo necesitó proyectarlo a una esfera íntima. La búsqueda de una síntesis esencial entre la forma organizada estilizada, hasta reducirla a un juego de ritmo lineal esquemático y el color plano decorativo. Forma y fondo dejan de ser así dos realidades superpuestas, para convertirse en una sola estructura plástica donde las partes se fusionan y cada una conserva la misma importancia, resultando una perspectiva ambigua donde atmósfera y figura alternan, se confunden recíprocamente en la trama. En este mundo de tensiones quietas que invitan al reposo, dominan los colores fríos, expresión de un sentimiento nostálgico, de una melancolía, la figura resulta obligatoria, como principio y fin de la organización formal y como contenido. Personajes distendidos a los que busca un arabesco para ser revelado en sus posturas, mujeres que sencillamente reposan en ese ambiente sacralizado del objeto, músicos, coros, diálogos muy silenciosos, sobre planos lisos de factura apastelada.
Es a partir de 1967 cuando la tendencia a la síntesis alcanza en el maestro Barrios un grado  de mayor abstracción, la figura surge ahora menos del entrecruzamiento de líneas que del plano de color que impone en  el cuadro. La pintura deviene más espacial en transparencia y claridad, como quien desde el fondo del claro oscuro, gana el aire libre.

Jesús Morales Ruiz
Artista Plástico

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