domingo, 5 de mayo de 2013

Alirio Palacios - El Maestro de La Gráfica



  JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO

                                               
ALIRIO PALACIOS
 El Maestro de La Gráfica


IMÁGENES DEL DELTA.
“… Yo vengo del Delta, donde las cosas son sombrías ¿Cómo te imaginas por ejemplo una culebra que se traga a una vaca entera y se queda un mes digiriéndola, en su estomago, con sus ácidos?
Es algo sombrío. Es un mundo totalmente aterrador… habiéndolo vivido tienes dentro de ti una fuerza de negrura, sombría. Es terrible, pero es natural. (…) Yo no vengo del Delta para pintar indios. El Delta es una energía dentro de mí, una fuerza, lo que me ayuda a mantenerme, a luchar contra influencias, contra cualquier cosa que venga contra mí. Es un ejercicio para mí. Gracias al Delta yo he podido seguir pintando mi pintura figurativa (…)… Hago las cosas recordando siempre imágenes del Delta, espacios, agua, árboles, sitios. Y le pongo algo de eso, pedacitos. Eso. Claro tú lo vas a ver. Tú ves la obra terminada, sabes como el creador fue pegando, como un collage, pedacitos de cosas espirituales de lo que vió, de lo que sintió, todo es a través de la memoria… ".

                                                                                                                  Alirio Palacios          
                                                                                                                 
EL MAESTRO DE LA GRÁFICA.
    El maestro  Alirio Palacios, nació el 7 de Diciembre de 1938 en Tucupita, Territorio Federal Delta Amacuro; artista plástico, pintor, dibujante grabador, diseñador gráfico,  pedagogo, es uno de los artistas venezolanos contemporáneos  más consecuentes  y  de la vertiente figurativa, su obra la va elaborando sobre todo, con una marcada preponderancia dibujística, sin desmedro de ciertas evanescencias cromáticas con lo cual el soporte de papel se puebla de figuras emergentes, semiocultas, un tanto espectrales, en atmósferas oníricas, las cuales el artista las utiliza con una sensibilidad extraordinaria, a fin de sumergir lo inexplicable: El misterio de la noche, los fantasmas de nuestros sueños,  modulando las sombras, suscitando claridades inciertas, revelando formas y contornos indecisos.

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS.
El maestro Alirio Palacios ha recibido a lo largo de su carrera muchos Premios y Reconocimientos entre los que podemos destacar: Primer Premio Mención Gráfica, Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas (1958); Primer y Segundo Premio de Dibujo y Grabado, Facultad de Arquitectura U.C.V., Caracas, (1959 – 1967); Premio Arturo Michelena, XIX Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Carabobo (1961); Premio Roma (1961 – 1967) y Premio Enrique Otero Vizcarrondo (1961), Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, Museo de Bellas Artes; Segundo Premio (1964) y Primer Premio (1967) del III y V Salón Aragua, Casa de la Cultura Maracay; Primer Premio V Salón de Jóvenes Pintores, U.C.V., Caracas (1968); Premio Emil Friedman, XXIX Salón Oficial, Museo de Bellas Artes, Caracas (1968); Premio Fundación Eugenio Mendoza, X Exposición de Dibujo y Grabado, U.C.V., Caracas (1968); III Bienal Internacional de Gráfica, Florencia, Italia (1972); Premio Bolsa de Trabajo, III Salón de Artes Plásticas de Venezuela, Museo de Bellas Artes (1976); Premio Nacional de Artes Plásticas de Caracas (1978); Premio Andrés Pérez Mujica, XXXVIII Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Carabobo (1980); Premio Fundarte de Dibujo, II Salón de Dibujo Actual en Venezuela, Banco Central de Venezuela (1980); Premio Adquisición, I Bienal de Artes Visuales, Museo de Bellas Artes (1981); Premio Internacional Flavio de Carvalho y Premio Ciudad de La Habana (1984), entre Otros.

EL ETERNO ESTUDIANTE.
 Alirio Palacios pasa su infancia en el campo petrolero de San Tomé, donde cursa la primaria; estudia secundaria en la población de El Tigre Estado Anzoátegui. Viaja a Caracas donde fija su residencia, estudia en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (1954-1960) en las secciones de Arte Puro y Artes Gráficas; tuvo como condiscípulos a Alejandro Otero, Mateo Manaure, Rafael Ramón González, Gert Leufert y Gego.
En 1959  viaja a Europa donde representa a Venezuela en el VII Festival de la Juventud en Viena, Austria.
En 1961 recibe el Premio Roma del Salón Oficial con el que da inicios a una serie de viajes de estudios por ciudades y centros de enseñanza artística del mundo: Cursa pintura en la Academia de Bellas Artes de Roma (1961); y Grabado en la Universidad de Bellas Artes de Pekín (1961 – 1966). Realiza su primera exposición individual en 1964 en la Asociación de Artistas de Pekín, Hotel Hilton, Hong Kong.
 Estando en China, Palacios reflexiona: “¿Que habría sido de mi sin el Delta?; se pregunta el mismo, en relación al profundo impacto y a la contundente presencia espiritual de un país como China. No menos fuertes, sin duda, son las visiones que lo acompañan de su tierra y las emociones que inspiran en su carácter y el recuerdo por los suyos, motores permanentes de su trabajo. El Delta cumple así una doble función de esencia y sentido, de memoria y destino, es el encuentro con otros mundos lo que revalora y redimensiona en él lo arraigado originalmente.  Palacios estando en China pudo reencontrarse con  los paisajes espirituales del Delta que tanto  lo obsesionaron.
En 1966 Expone colectivamente en la Sala Mendoza, Caracas, donde realizará posteriormente dos importantes exposiciones individuales (1971 y 1981) en compañía de los maestros Manuel Espinoza y José Antonio Dávila. Estudia: Aguafuerte y Diseño en la Universidad de Varsovia (1968 – 1970); hace una pasantía en los Talleres de la Academia de Berlín, Alemania (1969); Artes Gráficas en el Centro de Grabado Contemporáneo de Ginebra (1972 - 1974). Técnicas de Grabado (Mezotinta) en la Universidad de Cracovia (1974 -1975), entre otros.
En 1975  regresa a Caracas donde vive y trabaja hasta 1984, en el camino de la Docencia.
En 1978 recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas.

VOLVER A VER.
El Maestro Alirio Palacios es un artista intuitivo, agudo y crítico en relación a su obra  y a la de los demás. En 1979  escribió“Volver a Ver”  en la  presentación del catálogo de la Exposición Individual “Nuevo Planteamiento Sobre un Viejo Tema”, del artista plástico Jesús Morales Ruiz, realizada en la Galería Aurora de Caracas (1980).
El Maestro Palacios  fue fundador del Centro de Enseñanza Graficas C.E.G.R.A., dirigido por Doña Sol Bendayán y fundador del Taller de Artistas Gráficos Asociados T.A.G.A. (1980), dirigido por la insigne artista Lucila Palacios.
En 1984 se publica el Libro Alirio Palacios “Manchas de Asombros”, escrito por Arnold Kohler y editado por Ernesto Armitano.
En 1985 se traslada a la ciudad de Nueva York, U.S.A., donde instala su taller en el Soho, y es nombrado Asesor Cultural del Consulado de Venezuela en esa ciudad.
En 1987 es adscrito ante la ONU como Consejero Cultural.

PAISAJES ESPIRITUALES.
Realiza varias exposiciones individuales en el Museo de Bellas Artes de Caracas: “Entre lo Real y Sus Signos” (1992); en el catálogo de la exposición el crítico de arte Eduardo Planchar Licea, escribió: “Paisajes Espirituales …La propuesta de Alirio Palacios nos enfrenta a golpes de luz, de tierra de cielo, de roca, de ángeles que nos deslumbran. Son visiones que por su origen logran gran fuerza emocional; son personajes que no se explicitan, pero rondan esos paisajes, pues la geografía espiritual es el terruño, madre de todos los herejes, fantasmas creyentes y aparecidos nacidos en la pintura de Alirio Palacios…”;  “Alirio Palacios Xilografía y Concretografías” (1994 - 1999); en el catálogo de la exposición el crítico de arte Eugenio Montejo escribió: “En 1971 Alejandro Otero se refería así a la obra de Palacios: debo decir con sinceridad que apenas podía dar crédito a mis ojos: estás frente a una de las obras más densas, convincentes y hermosas de todo el arte venezolano… Otero no deja de reparar en el hecho, de que una sensibilidad del pintor se resuelva en la grabadora de la plancha, antes que en la tela o en el papel mediante el dibujo, un caso único según afirma, y Alirio comenta emocionado: nunca creí en verdad que ocurriría lo que Alejandro Otero anuncio. Que mi obra artística se iba a desarrollar a través del grabado, y después en la pintura... Otro rasgo que viene a singularizar la representación de su paisaje y de sus figuras en general, se encuentra a menudo en el empleo del negro asumido como color, como especial valoración del espacio pictórico. En Palacios los esfuminos ya no tendrán al blanco por referente, sino al negro, la huella china de su pintura que en ella desempeña una función insustituible. Se trata de un rasgo tan identificado con su trabajo, como lo dejan ver los comentarios que ha merecido por parte de muchos críticos. Unas veces visible como mancha, como vacío de donde emerge cualquier figura, el negro parece remitirnos al caos primordial, al que basta, por ejemplo, un leve trazo, la forma de un ala o de un pico para convertirse en pájaro. Negro con caballo dentro, con pájaro dentro. Negro como capa de mago que contiene las formas de todas las cosas”

MAESTRÍA DE UN DISCÍPULO PERMANENTE.
En 1992 el maestro Palacios dijo en una entrevista publicada en el El Nacional: “... El tiempo para mí es todo. Es la muerte y es la vida, y es como el termómetro de mi obra. Ha sido ese tiempo de tránsito por el mundo, el que me fue dando la posibilidad de guardar una rica información y aprendizaje en la computadora de mi cerebro y es ahora cuando esa información y formación está aflorando con mayor libertad en mi obra pictórica. Nací con una energía,  y como todos saben, vengo del agua y ese ha sido un signo para mí porque siempre vuelvo a ella...”
En el 2002 el maestro Palacios expone individualmente en la Sala de Arte de Sidor “Maestría de un Discípulo Permanente”, en el catálogo de la exposición la crítica de arte Ana María Cian Finotto escribió: “La maestría se alcanza y no paradójicamente, cuando no se toman los logros propios como logros de maestros, sino como etapas de permanente discípulo. El verdadero maestro sabe que, aunque sabe, siempre está aprendiendo… cuando se ha alcanzado la constitución y consolidación de un lenguaje, pero este sigue estando vivo y abierto, puede hablarse entonces de un maestro profundo y sabio, pero aún joven, no cerrado, porque el que se cierra muere y el maestro sabio es el primero que lo intuye...”
Más que un maestro de otros, Palacios también ha sido un maestro de si mismo.
En la actualidad el insigne maestro Alirio Palacios, continúa con su labor creativa investigando, estudiando y trabajando en Nueva York y Caracas.

Jesús Morales Ruiz
Artista Plástico

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