Jesús Ávila - "El Maestro de la Música Margariteña"

JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTIC O

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JESÚS ÁVILA              
“El Maestro de la Música Margariteña”

RECUERDOS DE MI NIÑEZ.                                                                                      
"Desde niño también pescaba, era marino con mi tío Eulogio, bogando remo de proa y de popa, llevando la nasa. También pesqué en los predios de costa firme, arrastrando conchas para escullar y sacar la perla. Cuando venía de la mar iba a los campos de Mundo Nuevo a ayudar a criar vacas, o iba a buscar leña para mi mamá o sembraba con el difunto Antonino Caraballo...       
Yo iba a Porlamar con mi mamá. Ella con su mara y yo con un paño lleno de arepas. Y pasábamos todo el día en el mercado viejo. Veíamos aquellas mujeres vendiendo sus frutas, su leche, su pescado. ¡Qué tiempos tan hermosos! Yo fui un niño feliz. Era una niñez de trabajo, pero bella. Era yo vendiendo plátano, acompañado por un burro que llevaba la carga. También vendí leña y trabajaba para un horno de sal. Un día el animal se fue corriendo tras una burra y botó la carga en el camino. ¡Y corre tras la burra, carajo!"

Jesús Ávila

EL GUANAGUANARE.                            
Guanaguanare  es una de las aves más abundantes en nuestras costas, con ese sonoro nombre los pescadores describen a una gaviota, de cabeza negra, cuerpo blanco y alas grises, que bulliciosa los recibe en la costa a su regreso de pescar, para tratar de robar algún que otro pescado.                                     

El maestro Jesús Ávila, Chú Ávila, como se le dice con cariño, compuso la canción Guanaguanare  (dedicada a su novia, la que hoy es su esposa Isabelita Reyes), que popularizó la cantante Nancy Ramos a finales de los años 70, y que pudo grabar gracias al apoyo del maestro Jesús Rafael Cedeño (Campito).                         

 “En un copo de nube blanquecina, en aquel horizonte mañanero (Bis)                                
y en un rayo de sol que la ilumina se ve morir un lánguido lucero (Bis)                          
Vuela Guanaguanare picoteando sobre las olas de la mar serena (Bis)                              
un alcatraz lo va acompañando a recibir a la noche buena (Bis)                       
Tenue es la luz y alegre la alborada, va volando un pájaro en la sombra (Bis)                   
y en el silencio y la quietud del agua parece oir su voz cuando me nombra.                                    Vuela  Guanaguanare  picoteando …           

Dile que yo la espero en noche buena, guanaguanare cántale una canción (Bis)                
traela para que vea la mar serena que yo la espero allá en el farallón (Bis)                    
Vuela  Guanaguanare  picoteando” …

EL MAESTRO DE LA MÚSICA MARGARITEÑA.                               

Jesús Ávila, mejor conocido como “Chu Ávila, Chú Guitarra o El Guanaguanare”, nació el 27 de agosto de 1930 en la población de Los Robles, Estado Nueva Esparta y muere el 14 de Julio de 2012 en Pampatar, Edo. Nueva Esparta.            
Cantautor, guitarrista y compositor de música margariteña; él es un “ñero”, que le canta al amor y  escribe sus versos inspirado, en la mujer margariteña y  en la vida cotidiana del pescador. Entre sus canciones más populares se encuentran: Rumbo a Oriente (su primera canción, donde se presenta como vendedor trotamundos), El Salinero, Viejo Roble, Amanecer en la Playa, El Yaurero,  Merengue Oriental,  Elegía Margariteña, El Gallo de Pascualita, El Mar, Nakarí, Cristo del Pescador, Rauda Rauda (dedicado a la Virgen del Valle), Diciembre en Margarita y La Loma del Viento, entre otros. A lo largo de su carrera musical ha recibido Premios y Reconocimientos entre los que se destacan: Patrimonio Cultural Viviente del Estado Nueva Esparta; Nominado al Premio Francisco Mata, en la entrega de Los Premios CIANE 2012.

SUS ORÍGENES.                                                  
Fueron sus padres Don Pedro José Guerra, cantante  y Doña Dolores Ávila.              
Desde muy niño Ché Ávila, empieza cantar al lado de su madre, quien formó su espíritu poético, y le enseña los valores morales y espirituales, que siempre lo han guiado en su vida cotidiana; y se dedica a las labores de marino y pescador.            
Sus inicios musicales fueron de forma  autodidacta (sus primeras notas musicales las arrancó de perolas y guitarritas), después fue apoyado en su formación por el maestro José Augusto de León autor del Himno del Día del Maestro.                             

Chú Avila cuenta: “Un 12 de octubre llegó un trío a casa de Pascuala, y las canciones de ese trío formado por Balito Jiménez, Aniceto Rojas y Ernesto Rodríguez  me impactaron, fue una vaina que se me metió en el cuerpo, y  de allí salió a buscar el ritmo en todos lados: en el mar, en la brisa, en la noche, en la faena del pescador; y  ese 12 de octubre fue importante, recuerdo los caballitos en la plaza con su tumbaquetumba,  y la campanilla, y la lona giratoria, y la calesa, y el  león y la jirafa, la rueda de madera, ¡y aquel arenero!".                          

En 1947 Jesús Ávila viaja a La Guaira, donde fija su residencia,  dice:"Me fui en la Ana María Campos, una lancha de hierro, para La Guaira, donde tenía una hermana. Trabajé de pico y pala por trece bolívares diarios. Después procuré un empleo con la línea TACA (Transporte Aéreo de Centro América), y  hasta fui cabinero, ese trabajito de sacar la guate a los aviones por debajo. Yo vivía en el Cerro Los Cachos, y un día escuché en la Emisora Vargas de La Guaira un conjunto de galerones y me fui a la radio para escucharlos en vivo”. A partir de ese momento empezó  a escribir sus   primeras composiciones musicales, inspiradas por el recuerdo de su querida Margarita y que posteriormente se encargaría de difundirlas él mismo por las calles y avenidas de Caracas y la Guaira, así como en emisoras de radio, que  presentaban talento en vivo en sus programas. 

APROXIMACIÓN A SU OBRA.     
Chú Ávila  regresa a Margarita y comienza a grabar sus primeras canciones.  Forma el grupo Cuerdas Espartanas en los años 60 y después de un tiempo abandona la agrupación (que se mantiene hasta el presente), y se dedica a grabar y a editar material por su cuenta, tanto en discos LP, como 45 rpm.                                                        

En 1982  Ávila funda con otros músicos margariteños, La Asociación Musical del Estado Nueva Esparta, donde fue Secretario General por más de ocho años.                              
El maestro Jesús Ávila es un artista, apasionado, amante de la música y él dice: “No entiende como siendo Patrimonio Cultural Viviente de Nueva Esparta,   he sido engañado y todo se ha quedado en el nombramiento. Acusa a los gobiernos de haberse portado muy mal con la cultura, han sido mierda con nosotros; él espera que la anunciada Revolución Cultural sea de verdad, no de boca, ni declaraciones. No entiendo por qué todavía muchas emisoras desprecian la música margariteña, no la incluyen en su programación, si hay una supuesta revolución”.            
Como Músico,  ha recorrido casi todo el territorio nacional, cantando sus propias canciones. Ha dado conciertos en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, entre otros y ha creado más de doscientas canciones dentro del género de la música oriental, también incluye estilos caribeños no autóctonos como el bolero y el danzón cubano.                   
El  28 de agosto del  2011 el Centro de la Diversidad Cultural   rindió tributo a este  canta autor  en el Paseo de Los Próceres, de Caracas, donde se dieron cita músicos orientales. "Queremos reconocer la labor de toda una vida. Ávila es una figura emblemática en la canción margariteña”.

Jesús Morales Ruiz                                                                                                                

Artista Plástico