JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO
moralesruizjesusrafael@gmail.com Tlf: 0416-7992002
El CÍRCULO DE BELLAS ARTES
En el Marco de sus Cien años de Fundado (1912
– 2012)
EL CÍRCULIO
DE BELLAS ARTES.
“Sin embargo, el paisajismo de
la academia como lo practicaba y enseñaba Herrera Toro, aun cuando aconsejase
pintar al aire libre (…) carecía de color y continuaba siendo manifestación de
realismo. Las gamas grises de la paleta del taller y las armonías tierras y
pardas daban al paisaje así visto tímida entonación romántica, que ponía de
relieve el carácter literario de la inspiración”
"Tuvo la virtud de gestar un movimiento
que designaba al paisaje categoría independiente como cuadro: de definir los
postulados de una escuela paisajística que tomaba todo, excepto la técnica del
propio medio de procedencia de los temas”.
Juan Calzadilla
Crítico de Arte
ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
Los
Historiadores de Arte comparten la opinión, que el Arte Moderno se remonta a comienzos del siglo XX.
El
inicio de la modernidad se desarrolla teniendo
como tema el paisaje y da origen a un
estilo de transición que recoge por una parte, la tradición técnica del
realismo y por otra, se nutre de ciertos elementos de la modernidad, como son
el trabajo al aire libre y la observación directa de la naturaleza.
El
Historiador y Critico de Arte Dr. Carlos Silva en su libro Historia de la
Pintura en Venezuela Tomo III escribió: La vía para poder ser y hacer algo
distinto de los abrumadoramente impuesto y conocido, es alcanzar la libertad
que posibilite diferenciarse de aquello a lo cual no se quiere pertenecer…Como
es sabido en las artes plásticas ya era imposible deslumbrar horizonte novedoso
alguno en el segundo decenio de este siglo. El gusto, la enseñanza y la
creatividad artísticas prolongaban conservadora e interminablemente las rutinas
finiseculares: el arte oficializado y su vivero la Academia de Bellas Artes,
continuaban la pintura epígonal
decimonónica con su anecdotismo, romanticismo dulzón, naturalezas absolutamente
muertas, tenebrismo y claro oscurismo, en desmedro de lo cromático, temáticas
históricas, mitológicas y alegóricas, retratistas de fórmulas cristalizadas en
estereotipos técnico-expresivos, donde la burguesía busca su imagen como un
espejo empañado por el tedio, elaboración obligatoria de copias como modelo
pedagógico para los jóvenes aprendices de las artes y, en síntesis, con su
melancólico ensimismamiento de estudio o taller enclaustrado, a espaldas de
toda iniciativa hacia el futuro y del espléndido entorno tropical de Venezuela.
La óptica y el quehacer artístico europeos adquiridos en la centuria anterior,
se habían solidificado y no permitían por ello la incorporación de nuevos
lenguajes, también europeos, como el impresionismo”.
LA CRISIS DE 1912.
En
1887 el maestro Emilio Mauri dirigió La
Academia de Bellas Artes, hasta su muerte en 1908, y es remplazado por el maestro Antonio Herrera
Toro, quien mantuvo los antiguos métodos didácticos.
En
1909 los Artistas Manuel Cabré, Carlos Otero, Antonio Edmundo Monsanto, Leo,
entre otros estudiantes, reclamaron reformas en la Academia.
El
periodista y humorista Leoncio Martínez en su célebre artículo publicado el 1
de Agosto de 1912 en el diario El Universal señala: “La Academia es sólo
conservatorio; cuadros de cinco o seis principiantes y esculturas de otros
tantos también bisoños, de los cuales uno o dos, apenas si revelan apacibles
cualidades (…) trabajan por amor, sin otra esperanza de galardón que un
carteloncito con un letrero: distinguido. Los concursos de pintura libre, los
más prácticos pues en la elección del asunto, revela sus sentimientos, éste
puede desarrollar mejor sus facultades, cedieron el puesto a torneos de
ejecución rápida: acabar lo más pronto posible, en dos horas de plazo, una
“academia”, bien al óleo o en el barro, lo cual dará provecho sólo a quienes
piensen seguir la carrera de los que se dedican a pintar hemorragias
crepusculares en cinco minutos y por cinco pesetas”. El artículo de Leo denunciaba
una situación intolerable y a la vez proponía al Estado un “Renacimiento
Artístico”.
La
Crisis de 1912 y las propuestas al Ministerio de Instrucción Pública, sirvieron
para mostrar que el rumbo oficial de la cultura no quería, y no podía dar un paso a unas medidas y a una
orientación antagónica al “Status Quo”. Esta situación dio origen a que el 28 de
Agosto de 1912 se creará el Círculo de
Bellas Artes, Asociación Cultural que congregó a lo mejor de la juventud
artística e intelectual de la época. Su sitio de reuniones fue en el Teatro
Calcaño y más tarde en un local del callejón Guinand.
Entre
los integrantes del Círculo de Bellas Artes se encontraban: Cruz Álvarez
García, Pedro Castrellón, Manuel Cabré, Ángel Cabré, Leoncio Martínez, Antonio
Edmundo Monsanto, Próspero Martínez, Abdón Pinto, Marcelo Vidal, Pedro Zerpa,
entre otros. Posteriormente se incorporaron al Círculo los maestros: Federico
Brand, Armando Reverón, y Rafael
Monasterios, grupos de escritores como
Rómulo Gallegos y Julio Rosales, críticos literarios como Julio Planchart y
Jesús Semprum, y poetas como Enrique
Planchart, Salustio González Rincones y Fernando Paz Castillo. De tal modo que
su efecto renovador se extendió al conjunto de la actividad cultural, contribuyendo
también al surgimiento de la crítica de arte en nuestro país como actividad comprometida
con la búsqueda del desarrollo cultural venezolano.
ALCANCES DE SUS OBJETIVOS.
El
escritor y poeta Fernando Paz Castillo, miembro del Circulo de Bellas Artes
afirmaba que la creación del Círculo: “Respondió a un sentimiento
revolucionario, si bien es cierto que en sus comienzos a aquella rebelión hubo
de ser tímida, como que consistió más en la repulsa de lo que había, que en una
esperanza hacia lo que pudiera surgir de inmediato (…) en verdad los fundadores
del Círculo más bien se inspiraron en la conducta tradicional combativa de los
artistas franceses en la ultima mitad del siglo”
El
Círculo de Bellas Artes tuvo como objetivo inicial, promover de manera
independiente las actividades de sus
miembros; no fue un movimiento artístico de estilo definido; fue una asociación
muy libre y sustitutiva de lo que no podía dar la Academia, así los artistas
participantes en este movimiento fueron afirmando su lenguaje personal.
Siendo
el paisaje la temática preferida de los miembros del Círculo de Bellas Artes,
el mismo se iría perfilando como un género
capaz de poseer su propia validez y no como simple complemento pictórico, y
aunque ello no se produjo en Venezuela de una vez, sino como un proceso de
avances, vacilaciones y retrocesos.
Los
miembros del Círculo se esmeraron por proporcionar a cada obra su toque
personal, sin restricciones en su interpretación. Existía una preocupación por
captar las características de la luz y del colorido atmosférico del paisaje
tropical. La precisión en las formas dejó de ser lo más importante, mientras
que lo que se buscó fue captar su belleza, mientras recreaban la libre
expresión y la libertad de las ideas. Su influencia fue muy importante para
las siguientes generaciones de artistas.
Jesús
Morales Ruiz
Artista Plástico
No hay comentarios:
Publicar un comentario