JESÚS MORALES RUIZ –
ARTISTA PLÁSTICO
RAMÓN VÁSQUEZ BRITO El Maestro de la Abstracción
HUELLAS EN EL
TIEMPO.
"Si uno sigue ciertas huellas que marcan
su rostro, cicatrices de vacío, encontrará que hay un envejecimiento del
espíritu, envejecimiento en el mejor sentido de la palabra, un tiempo relativo
a la dignidad de los vinos, propio de misteriosas destilaciones, a nivel
mágico, que sirven para buscar, dentro del orden visible, el pretérito y decir
que se espera confiado el porvenir… esta es la pintura de Ramón Vásquez Brito,
desde hace, también, mucho tiempo. Una constante vertical, misteriosa búsqueda
y encuentro de ausencias y presencias, prolongaciones de soledades que se
funden en franjas horizontales de cálidos colores de mar y cielo, provocadoras
destilaciones de atmósferas tejidas en encajes blanquiazul. Es la luz de la
poesía escrita por poetas ancestrales que habitan las profundidades del océano.
Es el mar y las playas de una Margarita a la vez amada y sufrida, de una
Venezuela generosa. Paisajes de luz donde brilla un permanente sol que conversa
sobre las maravillas del amor, marinas percibidas desde la profundidad del
tiempo y verdad de dioses sin edades…”
Gabriel Zarcos
Crítico de Arte
EL MAESTRO DE LA
ABSTRACCIÒN.
Ramón Vásquez Brito, nació el 28 de
Agosto de 1927 en Porlamar Estado Nueva Esparta, insigne artista plástico, virtuoso del color de larga y reconocida trayectoria (con más de
60 años de carrera artística) ha contribuido al desarrollo de la pintura en
Venezuela, formando parte de su historia. Es un artista con una obra coherente
que se ha impuesto en el medio, con un trabajo constante y permanente; desde
las primera telas hasta las actuales podemos trazar cierta constantes que
hablan de la estabilidad de sus proposiciones. Estas constantes serán su gusto
por el color y la transparencia. La indefinición de los contornos, la
uniformidad de la luz, sobre el campo pictórico. Consecuentemente su obra, salvo
la realizada durante el período geométrico, debe verse en un sentido evolutivo.
Puesto que cada época se remite a las anteriores en mucho de los aspectos que
la conforman.
El Maestro Vásquez Brito, ha sido merecedor
de innumerables premios y distinciones entre los que se destacan: Premio José
Loreto Arismendi, X Salón Oficial de Arte Venezolano, Museo de Bellas Artes,
Caracas (1949); Premio Nacional de Artes Plásticas XI salón Oficial de Arte
Venezolano, Caracas (1950); II Salón de Aragua, Maracay, Edo. Aragua (1962);
Premio Fuerzas Armadas, Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, Edo.
Carabobo (1965); Premio Salón Antonio Edmundo Monsanto, Salón Arturo Michelena,
Ateneo de Valencia, Edo. Carabobo (1966); Primer Premio Salón Arturo Michelena, Ateneo
de Valencia, Edo. Carabobo (1968); Premio Conac, II Bienal de Artes Visuales,
Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (1983); Orden de Honor del Pueblo de la
Mar, Porlamar Edo. Nueva Esparta (2004); Miembro Fundador y Primer Presidente
de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos de Nueva Esparta AVAPNE (1981), y actual Vicepresidente. La
AVAPNE creó el Premio Grandes Maestros Ramón Vásquez Brito (2009) para ser
entregado el 10 de Mayo día del Artista Plástico; El Gobierno Regional conjuntamente
con el Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta IACENE, mediante
el Decreto N° 340 le confiere a la Casa de la Cultura Pueblo de La Mar el
nombre Ramón Vásquez Brito (2005); miembro fundador y asesor de la Junta
directiva del Circulo Internacional de las Artes del Estado Nueva Esparta CIANE
(2003), y del Complejo Cultural Turístico La Mira. La Mira CCT (2007); Orden
Ciudad de Porlamar, otorgado por la Alcaldia y la Camara Municipal del Municipio
Mariño (2010).
INFANCIA Y JUVENTUD.
Su infancia
y juventud se desarrolló entre la isla de Margarita y Coche donde se
residenciaban abuelos y padres. Era un niño tranquilo, poco aficionado a los
juegos. Le gustaba sentarse al borde del
mar en la proa de un barco y contemplar las olas, el cielo, el movimiento de las
nubes, sin moverse y sin hablar durante largas horas. Años antes de leer y
escribir empezó a dibujar sobre la arena de la playa o sobre cualquier pedazo
de papel a su alcance. Su primer interés hacia el arte no fue por lo real de
las cosas, sino por la visión total y abstracta que le ofrece el mar y el cielo
infinito, con sus juegos siempre renovados que modificaban sin cesar formas y
colores.
A
los 13 años viajó a Cumana Edo. Sucre, para ingresar en el Seminario porque
quería ser cura, pero al poco tiempo se dio cuenta que ese no era el camino
que deseaba.
ESTUDIOS Y VIAJES.
En 1934 empieza los estudios primarios en
la escuela pública “Santiago Mariño” de Porlamar Edo. Nueva Esparta. Después de
convencer a su padre para que lo deje estudiar pintura, en 1943 Vásquez Brito
viaja a Caracas donde fija su residencia y se inscribe en la Escuela de Artes
Plásticas y Artes Aplicadas, situada en la esquina del Cuño, dirigida por el
maestro Antonio Edmundo Monsanto, siendo sus profesores: Rafael R. González, Francisco Narváez, Juan Vicente Fabbiani,
Marcos Castillo, Rafael Monasterio, Pedro Ángel González, López Méndez, entre
otros. Gracias a las gestiones de Bernardo Monsanto, obtiene una beca del
Ministerio de Educación de cien bolívares. Fue Profesor de la Escuela de Artes
Plásticas de Caracas (1946-1973) y Subdirector de la misma (1958-1959).
En
1949 Ramón Vásquez Brito viaja a Buenos
Aires, se inscribe en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova”,
con una beca otorgada por el gobierno argentino. Recibió influencias de
Cézanne y de André Lothe, y de ambos maestros franceses
aprendió a componer de acuerdo a una lógica flexible, que antes de frenar el
instinto y la emoción los ordena de acuerdo a las leyes inherentes a la
composición plástica.
PREMIO NACIONAL DE ARTES PLÀSTICAS.
El
Maestro Vásquez Brito, artista amante de
la soledad y el silencio. Artista sensible
hacia todo lo que comparta la vida, que dentro del silencio se pregunta el
secreto de la creación de la vida y del arte. El Maestro es un poeta y un
soñador quien nos dice: “No creo que existan modos de expresarse. Más bien
podría decirse que cada pintor tiene su estilo. Ese algo que hace diferente la
obra de los hombres siempre me he
mantenido dentro de mi estilo personal, a través del cual ando en la búsqueda
de ese imposible que es la plena realización. No pienso en formas preconcebidas
de expresión, sigo la liga de mi propia
emotividad…”
De regreso a Caracas (1950), expone en el
Salón Oficial del Museo de Bellas Artes
donde obtiene con la obra “Placidez” el Premio Nacional de Artes
Plásticas, la suma de cinco mil bolívares, más un pasaje ida y vuelta a Europa.
Esta obra es una figuración delimitada con vigor, rodeada de un espacio
abigarrado y con colores planos que crea una perspectiva diferente a la
renacentista, en la que se busca una ilusión. En “Placidez”, la camisa del
personaje femenino se transforma en el centro visual por la delicada mezcla de
colores blancos y azules que se
relacionan y logran continuidad con los verdes que rodean el fondo del cuadro.
En las obras que el Maestro Vásquez Brito, pinta en los años 50 comienza a
abandonar las formas externas y se hunde en una búsqueda de las estructuras
ocultas e imperecederas de la realidad. Realiza su primera exposición en el
Museo de Bellas Artes de Caracas (1958). Entre 1958-1959 realiza viajes de
estudios a Europa, Estados Unidos y México.
LA ABSTRACCIÒN LIRICA.
Es en la década de los años 60 cuando el Maestro
Vásquez Brito halla su propia adicción plástica en la vía de la abstracción lírica,
la cual tendrá varias y coherentes manifestaciones (informalista, figurativa y
alusiva a lo ecológico), pero siempre impregnada de subjetividad, de impresión
de lo interior. Su mundo lírico es una creación poética de la forma, y el mismo
dirá: “No puedo guardar silencio ante el compromiso de la obra plástica;
necesito tiempo para experimentar; necesito dialogar con la naturaleza,
necesito conversar con la gente, comprometerme con el color, con ese blanco que
me angustia y que cada día interpreto…”
En
el período informalista el Maestro espesa la pincelada dándole libertad, pues
estaba al encuentro con la materia que buscaba introducir las texturas en el
lienzo. En el año 1962, representa a Venezuela
en la Bienal de Venecia Italia.
CAUTIVERIO Y SOLEDAD.
Los problemas políticos que desde hace
algún tiempo habían sacudido la vida del Maestro Vásquez Brito, irrumpen
brutalmente el curso lógico de su vida. Es arrestado y transferido a la cárcel
de La Planta, en el Paraíso, Caracas. Este episodio con todas las consecuencias
físicas y morales que entrañaban llevan al artista a un estado de ánimo
desesperado que se refleja en su obra. Cuadros misteriosos que recuerdan
profundidades submarinas, sensaciones de angustia y de violencia, tonos sórdidos con bruscos destellos de luz. Gracias a la intervención del Maestro
López Méndez y de varios amigos sale de la cárcel y es reintegrado a su puesto
en la Escuela.
Para
colmo la exposición de estas obras en la Galería Minotauro (1963) termina en
desastre. Al cerrar la Galería desapareció no solamente su dueño, sino todas
las obras del Maestro; como una reacción a estos penosos momentos el artista se
hunde en una tremenda crisis física y mental que le obligan, por algunos meses,
a abandonar la pintura.
APROXIMACIÒN A SU OBRA.
Las obras de los años 70 tienen una
conexión directa con la plástica actual del Maestro Vásquez Brito, quien nos
dice: “Me he pasado la vida viendo el mar, la costa, la arena, esos paisajes
robaban y roban mi atención por horas. En cada nueva contemplación el paisaje
es diferente. En las últimas obras he logrado la sensación de quietud y paz”.
Las obras de esta década, nos señalan la dirección de su estética actual, ella busca expresar algo más que el hechizo de
los paisajes internos y mostrar el doloroso y trágico tránsito de lo natural a
lo cultural de nuestra civilización tecnológica.
Estar ante una de las obras del Maestro, es
adentrarnos frente a un espacio mágico con el que la serenidad de la
composición nos hace concentrar en una realidad poética. El espacio figurativo
se convierte en un espacio poético compuesto por colores y formas sugeridas. Es
que el artista es un poeta que infiere que nuestra voluntad de penetrar la
realidad pictórica para adentrarnos a una realidad “real”, debe ser coadyuvada
por un discurso poético. El Maestro ha cargado un espacio activo donde no hay
dudas sobre ninguno de sus componentes. La obra es una.
En 1987 la Doctora Bélgica Rodríguez, publica
en la editorial Graficas Armitano el
libro Ramón Vásquez Brito, el hombre, el artista.
El
Maestro está residenciado en Margarita desde hace varios años, continúa
con su labor creativa, enalteciendo con sus obras el paisaje margariteño;
asiste y participa en las distintas actividades culturales que se desarrollan
en la isla, y es orgullo de todos los neoespartanos.
VI SALÒN DE VERANO.
El
Círculo Internacional de las Artes del Estado Nueva Esparta CIANE, la Dirección de Cultura de la Alcaldía del Municipio Mariño, la
Asociación Venezolana de Artistas Plásticos de Nueva Esparta AVAPNE, el Sambil
Margarita y el Complejo Cultural Turístico La Mira, le rindieron un merecido homenaje al insigne
Maestro Ramón Vásquez Brito, en el VI SALÓN DE VERANO, en reconocimiento a su
amplia y destacada trayectoria artística, el cual tuvo lugar el pasado viernes
23 de julio de 2010 en el Espacio para el Arte del Sambil Margarita a las 7:00
pm. En este homenaje la Alcaldía y la Cámara Municipal del Municipio Mariño le
otorgaron al Maestro Vásquez Brito la Orden Ciudad de Porlamar. Se inauguró la
exposición de arte con la
participación de 24 artistas plásticos
regionales; y el Maestro Samuel Vidal,
Director de la Banda Municipal “Don Lino Gutiérrez”, brindo al público
asistente una noche de concierto.
Igualmente en esta oportunidad La Asociación
Venezolana de Artistas Plásticos de Nueva Esparta entrego los Premios AVAPNE 2010 a destacados artistas plásticos y promotores
regionales.
Jesús Morales Ruiz
Artista Plástico
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