miércoles, 5 de abril de 2017

INTIMIDAD DE LA MUJER - Excitación & Masturbación



INTIMIDAD DE LA MUJER 
Excitación & Masturbación







 









INTIMIDAD DE LA MUJER 
Excitación & Masturbación

QUE ES LA MASTURBACION  
La masturbación, tanto femenina como masculina, es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtener placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo. La masturbación puede realizarse por uno mismo en solitario o como estimulación realizada sobre los genitales de otra persona con los mismos fines placenteros, como ocurre en la masturbación mutua.                                                                                                         
La masturbación suele efectuarse con las manos o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado, como los llamados «juguetes sexuales», para obtener este tipo de excitación.                                                                                                     
Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Sin embargo, debemos más el conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no solo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades. También es bien conocida la práctica en perros y otros mamíferos.

MASTURBACION EN LA MUJER                                                
La mayoría de las mujeres se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo vaginal introduciéndose sus dedos para incrementar la sensación placentera. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.        
Las mujeres suelen utilizar los dedos para masturbarse. Estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris o, menos frecuentemente, estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos, sobre todo si estimulan directamente el glande del clítoris, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o, bien, mojándolos con su propia saliva.                                                                                                                               
La gran mayoría de las mujeres se masturban acostadas, o en el baño, y con las piernas abiertas, un 10 % lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche. El 3 % de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2 % lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2 % más que lo hace sin manos, estimulándose solo con fantasías. A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71 %) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.                                                                         
El uso de dildos, vibradores y otros juguetes eróticos parece estar extendiéndose entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que entre una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los países, utilizan estos artilugios.
ANTECEDENTES HISTORICOS  
           
Sátiro masturbándose. Crátera griega del siglo VI a. C...                               
La medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños significativos a corto o largo plazo, y la considera una práctica normal, incluso anti estresante.                
A lo largo de la historia, sin embargo, siempre hubo voces que afirmaron que la masturbación era un acto inmoral. La base de tal criterio residiría, según esas voces, en que la masturbación impediría que la especie humana se mantuviera viva sobre el planeta por la emisión improductiva de semen en el caso de la masculina. Y en el caso de la masturbación femenina se afirmaba que si las mujeres se masturbaban podrían alejarse de los hombres por preferir autocomplacerse.

Johann Nepomuk Geiger, témpera (1840).             
No fue hasta el siglo XVIII que al supuesto "daño moral" que ocasionaría la masturbación se añadió el "daño físico": comenzó a decirse que la masturbación, además de condenar las almas, ocasionaba un sinnúmero de enfermedades. Se idearon muchos métodos para descubrir a los niños y niñas masturbadores,[cita requerida] y se crearon numerosos remedios contra la masturbación. Algunos de ellos incluían: circuncisión sin anestesia, guantes ásperos, aparatos especiales que impedían acceder a los genitales, descargas eléctricas, tratar los genitales con ortigas, o extirparlos quirúrgicamente.[cita requerida]                                                                                                
En décadas posteriores, el terrorismo psicológico reemplazó a las otras medidas. Por ejemplo, se decía a los niños que si se masturbaban les crecerían pelos en las manos, la cara se les volvería verde, se les secaría el pene o el clítoris, se volverían locos, les saldrían granos en la cara... En los EE. UU. y otros países angloparlantes, se comenzó a practicar de forma rutinaria la circuncisión neonatal debido a un supuesto efecto preventivo contra la masturbación y la clitoridectomía a las chicas que eran descubiertas haciéndolo. Esta última se abandonó bien entrados los años treinta, pero la circuncisión neonatal de los varones se sigue practicando.[cita requerida]              Curiosamente, el padre del psicoanálisis sostuvo hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia o fatiga crónica
MASTURBACION EN LA MUJER            
La mayoría de las mujeres se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo vaginal introduciéndose sus dedos para incrementar la sensación placentera. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.                                                                                                                        
Las mujeres suelen utilizar los dedos para masturbarse. Estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris o, menos frecuentemente, estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos, sobre todo si estimulan directamente el glande del clítoris, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o, bien, mojándolos con su propia saliva.                                                                                  
La gran mayoría de las mujeres se masturban acostadas, o en el baño, y con las piernas abiertas, un 10 % lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche. El 3 % de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2 % lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2 % más que lo hace sin manos, estimulándose solo con fantasías. A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71 %) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.                                                                         
El uso de dildos, vibradores y otros juguetes eróticos parece estar extendiéndose entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que entre una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los países, utilizan estos artilugios.
Fuente: Internet

Jesús Morales Ruiz 
Artista Plástico

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