Carlos Maldonado bourgoin Premio Nacional Sofia Imber
PREMIOS CIane 2016 - Orador de Orden
Premio INTERNACIONAL
Maestro Alirio Palacios
Me honra -en esta 6ª
edición de los Premios CIANE 2016- hacer un exordio de la figura y la obra del
Maestro Alirio Palacios, quien da nombre al galardón internacional. Se entrega
hoy por vez primera al Maestro José Antonio Dávila, pintor emérito de la
plástica nacional, del realismo y del hiperrealismo. Ya en 1966 ambos artistas,
Palacios y Dávila, se encuentran y exponen en colectiva en la Sala Mendoza
junto al artista Manuel Espinoza.
Alirio Palacios,
epónimo del Premio Internacional, nació en Tucupita, Territorio Delta Amacuro,
en 1938. Falleció en Carrizal, Altos Mirandinos, en el año 2015. Fue dibujante,
grabador, pintor y diseñador gráfico, escultor, docente y promotor cultural.
En medio siglo de
carrera expositiva, de más de 50 años de vida artística con muchísimos éxitos y caminos recorridos, Alirio Palacios es merecedor de más de 16
Premios y reconocimientos. En 1961 participa en el Salón Planchart y en el XXII
(Décimo segundo) Salón Oficial de Arte Venezolano, donde recibe dos de ellos:
el Premio Henrique Otero Vizcarrondo y el Premio Roma, que le abren las puertas
a Europa, al mundo de la cultura y el arte universales. Como bien decía lleno
de resonancias retóricas nuestro gran poeta José Antonio Ramos Sucre: “Yo vine a pensar en los artistas de una
raza difunta y soterrada” (El aprendiz).
En 1977, Alirio
Palacios recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas y se incorpora al equipo
docente del Centro de Enseñanza de la Gráfica (CEGRA).
Alirio Palacios
realiza más de 25 individuales, más de 50 colectivas. Representa al país con
plenitud en el exterior, su nombre queda entre los nombres de los creadores
iberoamericanos del siglo XX. Con Carlos “el Indio” Hernández Guerra representa
a Venezuela en la XIV Bienal de São Paulo.
Fue maestro en las técnicas
y especialidades que asume con propiedad y elocuencia, desde los inicios hasta
su prematura despedida. Combinó muchos de estos géneros exitosamente.
Otro gran poeta, Eugenio Montejo, afirmó de manera
polifónica que Alirio Palacios fue “un
valor firme de la plástica”, dentro del figurativismo de índole mítica, muy
cercano a la intención del arte mágico.
Alirio Palacios tuvo una formación artística
internacional: Caracas, Italia, Hungría, China, Polonia, Berlín, Suiza, Nueva
York,… Su obra se nutre y cita a inmortales autores universales como Mantegna, Vermeer, Velázquez, Goya, … Como homenaje, como referencia, emerge la
memoria, la mirada y la intuición de un creador de figuras que oscilan entre la
figuración, el expresionismo y el lirismo abstracto. Las energías y el
espacio que atrae Alirio Palacios -en y con su hacer- promueven y potencian un
sentimiento de arraigo y de pertenencia que une al espectador a las regiones
más recónditas del alma y de la tierra.
En el catálogo de la exposición Alirio Palacios: xilografías y concretografías 1994-1999, Fundación
Museo de Bellas Artes, 1999, se afirma lo que sigue “Alirio Palacios no se ha apartado nunca del Delta, por lejos que se
encuentre; la vastedad de aguas, selvas, memorias y leyendas inalterablemente
permanece en él”. Se produce en el artista lo que llama el citado Eugenio
Montejo proceso de interiorización, donde vuelve del mundo de afuera de
conocimientos y destrezas adquiridas (de su citada sólida y amplia formación
artística) a su horizonte del inconsciente, al paisaje de esas sus vivencias
más profundas e íntimas.
Por su parte, la estudiosa y estudiada colega María
Elena Ramos, escribió con visión que Alirio Palacios fue “un entusiasmado de la materia…” y que sólo en la hondura (del
trabajo, del taller, de la constancia, de la concentración),… alcanzó el
posterior relieve en su obra. A partir de su estadía en China, Alirio Palacios
desarrolla el trazo caligráfico que le dará un sello particular a su trabajo
y perfecciona el uso de la tinta y el color negro. Tiene el trazo, la
soltura y la síntesis del arte oriental, y guarda relación con el sonido del
río padre y de la Madre Tierra. Ciertamente, el artista en el proceso y
digestión de cada una de sus propuestas, en esa lucha con una hidra de mil
cabezas, a fuer de paciencia y tenacidad, llega al logro en cada una de las
etapas de su magistral obra.
Con inmensa vocación
poética María Elena Ramos llamó a Alirio Palacios “emisario de las fuerzas del río”. Porque el artista dejó entrar lo
consciente y lo inconsciente. Y así lo nombró, como emisario de las materias y
las visiones que la naturaleza deja como sedimento en un artista expectante
ante el pasado y, a la vez, voluntariamente libre, siempre abierto a lo que
llegue”. (Catálogo Dos hombres de un mismo río. Jesús Soto . Alirio Palacios).
Muchas gracias.
Asunción, 1º de julio
del 2016
Carlos Maldonado-Bourgoin
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