martes, 19 de febrero de 2013

Victor Guédez - "El Maestro de Los Aforismos"


JESÚS MORALES RUIZ – ARTISTA PLÁSTICO 
moralesruizjesusrafael@gmail.com


VICTOR GUÉDEZ      
“El Maestro de Los Aforismos”                  

EL ARTE DE LOS AFORISMOS Y LOS AFORISMOS SOBRE EL ARTE. 
“Un aforismo es la erradicación de un clandestino silencio”                                         
Tal como rezan las palabras de Joaquín Marta Sosa en la introducción del libro, El Arte de los Aforismos y los aforismos del arte (Fundavag Editores), este nuevo trabajo de Víctor Guédez viene a sumarse a las insólitas aventuras intelectuales que acostumbra a emprender el profesor. Bien sea en el área de responsabilidad social y ética gerencial, o en el área ensayística disertando sobre artes visuales y sus creadores, su voracidad de investigación parece no saciarse.             
Entre talleres y cursos, asesorías y publicaciones que incluyen un “Capitulo Venezolano del Club de Roma (Los desafíos de la inclusión)”, Guédez además ha hecho de su reflexión un compromiso con las artes visuales, tanto dentro como fuera del país.  Su primer libro Orientaciones para la lectura del arte contemporáneo, le mereció el primer premio de la Asociación de Escritores (1997); a este le siguieron Reflexiones en torno a una colección(CUMF); Once expresiones del arte colombiano contemporáneo (Fondo Cultural Cafetero), Visión y tacto (Museo Omar Tayo) y Armando Barrios; lo permanente, lo novedoso, lo influyente (Galería de Arte Nacional) que lo han hecho dueño de una recopilación importante de esta figura, “la suprema ruptura con la tentación del silencio”       
“Frente a cada máxima se siente la presencia inmediata de un hombre y su destino”. Jorge Luis Borges.                                                                                               
Se confiesa un seguidor y practicante, un buscador de aforismos. A este reto del pensamiento en fuga acude en sus trabajos y charlas. Sus ensayos están coronados por aforismos. Les atribuye claridad como una cualidad esencial para hacer explícita una apreciación. Tanto para abrir un tema -¿qué mejor disparadero?- como para cerrarlo, acertando ahí en el punto imposible de difuminar: dice “el foco esclarecido para iluminar una comprensión y el impulso cargado para ahondar una búsqueda”.                                                                                                                                 
A lo largo de 30 años de trabajo y cosecha, sustanciar un libro era un fruto anhelado que dio como hallazgo 1.889 aforismos de 815 autores.                                                    
Según el autor: “A partir de esas convicciones y en función de su frecuente utilización, se produjo una secuencial y sostenida acumulación de ellos que, con el tiempo, se convirtieron en  una cantidad significativa”.                                                                   
La tentación “aforística” ya lo había visitado en 1998, cuando Blanca Strepponi le solicitó que reuniera 100 aforismos sobre arte para publicarlos en las Ediciones de El Nacional. “El pequeño libro del arte” se convirtió en parte de un trío, identificados con las denominaciones: “El pequeño libro de los sueños” y “El pequeño libro del amor”. Esa publicación fue el germen del libro-     
-Al principio, los aforismos fueron apareciendo según la célebre sentencia de Picasso: “Yo no busco, yo encuentro”. Pero, después, el proyecto adquirió un sentido más orgánico que me llevó a buscar deliberadamente. El resultado final se concreta ahora en este libro.

Yoyiana Ahumada
EL MAESTRO DE LOS AFORISMOS.
Víctor Guédez, Profesor de la Maestría de Responsabilidad Social Corporativa de la Universidad de Barcelona (España), coordinador de la Especialización en RSE de la Universidad Metropolitana (Caracas-Venezuela) y profesor del Diplomado de RSE de la Universidad Simón Bolívar (Venezuela), así como  profesor del Programa de Formación de Formadores en Responsabilidad Social Empresarial , de la Red Iberoamericana de Universidades por la RSE(REDUNIRSE), Presidente de CERSE y Vicepresidente del Club de Roma (Capítulo Venezuela).  Actualmente es consultor en áreas de Ética Gerencial, Responsabilidad Social Empresarial,  Valores y Cultura Organizacional en países de América Latina y Europa.                                                  

Recibe el Premio Sofía Ímber, otorgado por el Círculo Internacional de Las Artes del Estado Nueva Esparta “CIANE”, Sambil Margarita (2012).
Entre los libros que tiene publicados, se recomienda: 
“La ética gerencial. Instrumentos estratégicos que facilitan decisiones correctas”. Editorial PLANETA                                
“Ética y práctica de la Responsabilidad social. El aporte de la empresa al capital social”. Editorial PLANETA “Ser confiable. Responsabilidad social y reputación empresarial”. Editorial PLANETA

¿CALES SON LOS ATRIBUTOS DEL AFORISMO?          
Yayiana Ahumada.
-La brevedad, la sustancialidad, la resonancialidad y la autosuficiencia.      
La brevedad alude a lo lacónico y corto de su extensión. La sustancialidad remite a lo esencial, a lo connotativo, a lo sustantivo del mensaje que contiene. Por su parte, la resonancialidad se inscribe en la idea generativa que comporta, es decir, al poder de convocar múltiples ideas asociadas. Finalmente, la autosuficiencia indica que él se sostiene por sí mismo, no reclama contextos ni complementos, pues su fuerza produce el impacto completo de su mensaje. En esta caracterización, conviene quizás, añadir una característica que Violeta Rojo le atribuye a los mini-cuentos y que es pertinente en el ámbito del aforismo. Me refiero a “la estructura proteica”, la cual nos remite a la ambigüedad genérica. En efecto, se observa igualmente que el aforismo tiene algo vinculado a la poesía, así como al ensayo y a las narraciones. Se asocia a la poesía por la carga lírica que pueden comportar sus imágenes.                                                          
De igual manera, puede aproximarse al ensayo por la fuerza conceptual que engendra. Por último, podría remitirse a la narrativa por la capacidad de sugerir un acontecimiento o un desenlace.
“De un silencio vendrá la respuesta, la encendida honestidad”. Rafael Cadenas.
Shopenhauer es autor de uno de los grandes libros sobre aforismos en el arte de vivir y existen muchos filósofos que han dedicado su trabajo al aforismo         
¿Hay diferencia entre el aforismo en el arte y el aforismo en general?
- Diría, de entrada, que no existen distinciones sustantivas. En uno y otro caso él actúa como regla, exhortación, conclusión, epígrafe, creencia, aseveración…En última instancia, podría precisarse que algunos son más de naturaleza filosófica, mientras que otros se orientan más hacia lo poético, sin olvidar los que se inclinan por el relato. En síntesis, en el ámbito del arte, el aforismo cumple funciones análogas a las que tiene en cualquier disciplina literaria.

“LA POESÍA (EL ARTE) ES UNA ORACIÓN”.     
Vicente Gerbasi.                                                                                           
- Además de Schopenhauer son muchos los filósofos y escritores que han cultivado, con focalización e intensidad, la forma aforística. Hipócrates hacía sus recomendaciones médicas con sentencias lacónicas. Uno de sus trabajos se tituló “400 reglas del arte de curar”, en donde, entre otras, aparece la célebre afirmación: “A grandes males, grandes remedios”. También Leonardo Da Vinci, Nietzsche y hasta llegar a Lichtenberg, cuyo libro Aforismos fue calificado por Elias Canetti como “el libro más rico de la literatura universal”. Así mismo, hay que recordar al  célebre Oráculo manual de Baltasar Gracián, en el cual,  se encuentra aquello de que lo bueno y corto, dos veces bueno. Igualmente, tendríamos que pensar en Wittgenstein, Borges, Paz, Cioran, Azorín, Porchia. Y en Venezuela tendrían que mencionarse a Ramos Sucre, José Balza, Rafael Cadenas y Luis Yslas, entre muchos otros.

“EL AFORISMO ES UNA SEMILLA DEL HOMBRE PARA LA CULTURA”
Maria Elena Ramos.                                                                                                                      
¿Cómo estructuró el ensayo? ¿Partió de alguna tesis en especial?                                                      -En la primera parte, explico lo que es un aforismo de manera aforística, es decir, a partir de un ejercicio de laconismo que se inscribe en una  economía de palabras y en un énfasis en lo esencial y sustantivo. Todo está escrito con una vocación sintética que atiende al desafío de demostrar que no existen ideas simples, pero que todas se pueden simplificar. Luego de ese ensayo, viene una parte donde reuní lo que algunos intelectuales han dicho que es el aforismo. Es una sección donde se dice lo que es un aforismo a partir de una sentencia aforística.            
En esa sección, el aforismo se ve a sí mismo. Se trata de una especie de autorretrato en el cual el aforismo se pone frente a su espejo. Ahí se revelan imágenes muy ilustrativas y orientadoras, además de comprensivas y contundentes. Luego, en varios capítulos, se hace una compilación de aforismos relacionados con el arte, el artista, la obra de arte y la crítica de arte. Finalmente, un cierre que sirve como conclusión básica de todo el contenido del libro.   
El libro contiene un índice onomástico en donde se pueden identificar y ubicar los diferentes autores que aparecen reunidos en las páginas de la publicación. Ahí se registran 815 autores citados.                                                                                                                                                      -Me atrevo a sostener que así como todo buen escritor, de manera deliberada o espontánea, debe generar aforismos por la simple razón de escribir algo digno de ser repetido; igualmente todo buen artista deberá producir imágenes que admitan una sentencia primordial.

Jesús Morales Ruiz    
Artista Plástico

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